LA MAYOR
RIQUEZA ES LA MENTE SATISFECHA
2da Parte.
Por Dr. Roger
Garcés
Psicólogo
@psicogarces
¿Por qué se nos
dificulta entender que la Mayor riqueza es la mente Satisfecha?
Porque evaluamos esta
sentencia desde la mente insatisfecha, desde la mente que siempre necesita más
y que no se conforma con nada ni se sacia con nada. Desde la insatisfacción permanente es muy
difícil conectarse con la satisfacción porque todo parecerá incompleto, y siempre
parecerá que faltará algo. Cuando se nos dice que tenemos más de lo que
necesitamos, inmediatamente la mente insatisfecha reacciona con violencia y
virulencia, y nos convence de que es mentira eso de que tenemos más de lo que
necesitamos y nos hace creer que vivimos en una pobreza permanente y un estado
de necesidad eterno.
¿Cómo podemos
comprender que verdaderamente la Mayor riqueza es la Mente Satisfecha?
Venerable Damchö nos demuestra que efectivamente sí tenemos mucho más de lo
que necesitamos y para esa demostración nos pide que hagamos el siguiente
experimento mental:
Imagine que en la casa
donde Ud. vive actualmente, no vive Ud. sino que ahí vive una persona con más o
menos buenos sentimientos y que vamos a llamar Nill, y que Usted es un paria
que no tiene nada, no tiene ni casa ni familia y que vive en la calle. Entonces
esta persona (que en este ejercicio de imaginación vive en su casa), la invita
a pasar y le dice quiere ayudarle. Lo
primero que hace es pedirle que se bañe, ya que se da cuenta que Ud. tiene
varios días sin bañarse y le ofrece media pastilla de jabón azul, y se queda
con la otra mitad. Luego, le ofrece ropa limpia. Le pide que escoja una camisa
y un pantalón de un guardarropa, cosa que Ud. hace. Le pide también que escoja
un par de zapatos (recuerde que Ud. siendo un paria, está escogiendo la ropa de
SU guardarropas en la vida real. Solo que en este ejercicio es propiedad de
Nill), Luego de que Ud. está bañado y vestido con ropa limpia, ahora su
benefactor le ofrece comida. Le calienta un arroz con pollo que tenía guardado
y le da la mitad a Ud, total había suficiente para dos. Ahora Usted ya se ha bañado, vestido con
ropa limpia, comido, y Nill le dice que no solamente quiere alimentarle el
cuerpo sino que también quiere alimentarle el alma y le pide que escoja un
libro de la biblioteca, le pide que escoja un adorno, algún suvenir o algo que
le guste. Así ya bañado, con ropa limpia, comido, y alimentado el espíritu
Usted se va agradecido de Nill.
Ahora, en esta parte
de ejercicio, retomamos nuestro puesto como dueño de casa. Y recordamos haber
alimentado, vestido y ofrecido a una persona para quien debió haber sido un
evento muy poco frecuente y muy significativo, y nos damos cuenta que dimos
todo eso y NO NOS DESCAPITALIZAMOS. Todavía nos quedan varios pares de zapatos,
varios pantalones y camisas, muchas de
las cuales no usamos y a veces ni siquiera sabemos que las tenemos.
Esto nos demuestra que
en realidad tenemos mucho más de lo que necesitamos para vivir pero lo vemos
con la mente de la pobreza. Siempre evaluamos lo que tenemos con la mente
insatisfecha y lo comparamos con lo que “deberíamos” tener. Así que lo que
realmente tenemos nunca puede alcanzar
lo que la mente insatisfecha (en su eterna insatisfacción) puede imaginar que
necesitamos. Siempre comparamos lo que tenemos con lo que deberíamos tener, y
el criterio de lo que deberíamos tener siempre se va inflando, porque como
siempre queremos más, nunca es suficiente con lo que tenemos.
Por eso el cultivo de
la Mente Satisfecha es la mejor inversión que podemos hacer para nuestras
vidas. Si no cultivamos la satisfacción por las cosas que tenemos, aun por las
más pequeñas, aunque tengamos millones nos va a parecer poco. Ahora que Ud. lo
está pensando bien, estoy seguro que en este momento estará recordando algunas personas que son así.
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