21 DE MARZO
2020. LA FIESTA DE LAS HADAS SE
CONVIRTIÓ EN RUEGO
Por Roger Garcés
Hoy 21 de
marzo, se inicia la primavera para el hemisferio norte y desde hace milenios
los celtas celebraban Ostara. Se trata de la fiesta de la resurrección y el
movimiento que da la primavera al
enlentecimiento y el frío que trajo el
invierno.
A nivel
psicológico funciona exactamente igual. Este es un momento donde cobra vida la
esperanza, se nos anuncia una nueva vida. La representación que hace el cristianismo
para estas fechas es similar. Recordamos que la primera luna llena después del
punto vernal (hoy) se inicia la Semana Santa y el mensaje de resurrección se
legitima. Pues buen, los celtas hace ya miles de años celebraban esto que hoy se
transmite al inconsciente colectivo como es la resurrección de Cristo a través
de la tradición cristiana.
No
corresponde a adivinar quien fue primero, si la gallina o el huevo. Lo importante
es recordar que estamos a las puertas del renacimiento. Hoy podemos hacer un
ritual donde celebremos Ostara, celebrar y pedir por el renacimiento. El ritual
lo puede realizar según la tradición y la creencia de cada quién, quienes me
han seguido en persona saben que yo hago la presencia de los Cuatro Elementos y
de las dos fuerzas de la naturaleza. Recordemos:
“Todo tiene
naturaleza doble, manifestación trina y ejecución cuádruple”, según reza el
viejo adagio hermético. Entonces el ritual no es problema, les invito a hacerlo a la manera de cada cual, y sabemos que la
fiesta de Ostara se convertirá en un ruego por que pase esta pandemia.
Lo que sí
quiero que tengamos en cuenta es la gran cantidad de cosas que nos estamos
dando cuenta en esta cuarentena.
Nos estamos
dando cuenta de que tenemos que mirar la vida con ojos de receptividad, que
apurarse no sirve, que tenemos que respetar a los miembros de nuestra familia y
no tratarlos de cambiar, y eso nos obliga a ser más humildes.
Nos dimos cuenta
que esta cuarentena al verla con ojos de receptividad nos revela los misterios y tesoros de la vida,
pero que tenemos que asumirlos con humildad, con paciencia y siempre con
actitud de aprendiz. Cuando vemos la cuarentena desde la arrogancia (así como
vemos todas las cosas) entonces nos desesperamos y peleamos, y somos infelices.
Por el contrario cuando somos humildes y nos damos cuenta de que no sabemos
todas las cosas, entonces retomamos el camino a la paz, y por esa vía, tal vez
lleguemos a la felicidad. “Solo sé que
no se nada” y las cosas no tienen que ser como YO digo.
Nos dimos
cuenta en esta cuarentena que tenemos que aprender a vivir con nosotros mismos
y que tenemos que soportarnos, y para eso tenemos que aprender a ser más amigo
de nosotros mismos y aprender a amarnos.
Nos estamos
dando cuenta de que podemos tener mucho dinero, pero en este momento lo que más
necesitamos es el apoyo de alguien que nos ame, ya para eso tenemos que ser más
humildes.
Nos estamos
dando cuenta que los que más queremos y necesitamos en la vida ya lo tenemos al
lado y generalmente no lo valoramos. Hemos
pensado secretamente que si perdemos la vida a nadie de los que tratamos de impresionar
le importará, y si le importará mucho a los que tenemos a nuestro lado y no le damos su justo valor.
Nos dimos
cuenta de lo importante de contar con el cariño y el apoyo de los que viven
conmigo, y que tenemos que valorar y respetar a las personas que viven a
nuestro lado, y que la gente no tiene que ser como YO digo.
Nos hemos
dado cuenta que todos los sueños por conseguir cosas que hemos tenido durante
todos estos años no han aparecido en estos días, y si han aparecido, lo han
hecho tímidamente, y ya los vemos como algo insignificante.
Que largas
horas en casa nos han hecho ver que lo tenemos todo, y casi nunca le prestamos
atención. que olvidamos a diario lo que decía el Buda: "La mayor riqueza es la mente satisfecha"
Yo estoy
seguro de que cuando pase esta pandemia el mundo va a ser otro, la pregunta que
surge es que si nosotros seremos también distintos.
Porque si
una vez que pase esto vamos a seguir cometiendo los mismos errores, entonces
este proceso no habrá servido de nada.
Mire lo
hermoso que están el cielo por estos días, se debe a la disminución de la
contaminación. A Venecia volvieron los
peces que habían desparecido. Mandaron a la gente a guardarse en su casa
e inmediatamente se acabaron los incendios forestales que le daba a esta ciudad
de Caracas una calima desagradable. La tierra está descansando de nosotros y se
revitaliza sin nosotros.
En este día
de fiesta les invito a hacer nuestra Ritual de Ostara, y para pedir por lo que
realmente nos sea dado cumplir, es
decir, y en palabras de Silvio: "Seamos un tilín mejores, y mucho menos egoístas”.
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