miércoles, 6 de mayo de 2020

PREPARARSE PARA LOS NUEVOS TIEMPOS. Técnicas para el control discriminativo de los espacios en el hogar La varita mágica y otras.




PREPARARSE PARA LOS NUEVOS TIEMPOS
Técnicas para el control discriminativo de los espacios en el hogar
La varita mágica y otras.
Por Dr. Roger Garcés
Psicólogo
@psicogarces


En  entregas anteriores se ha sostenido la idea de hacer divisiones imaginarias en cuanto al espacio, al tiempo y otras dimensiones. Queremos evitar que un objeto de la casa pase a tomar las propiedades emocionales negativas que pueda generar el trabajo hecho en la casa. Por ejemplo, queremos evitar que la mesa del comedor adquiera la carga emocional que puede producir el trabajo realizado en la misma mesa. Lo que queremos es mantener la percepción de la mesa del comedor como algo agradable y poder comer en ella cómodamente aunque en ella realicemos trabajos que nos llenen de preocupación.

La Teoría de la Conducta establece que la conducta está relacionada con las contingencias ambientales en cuanto a lo que pasa antes y lo que pasa después de la conducta.

El antecedente de la conducta se llama estimulo discriminativo y da la oportunidad para ejecutar la conducta.

La consecuencia se llama estímulo reforzador y hace que la conducta se repita.

Los antiguos Maestros Místicos Constructores de Catedrales decían que había que aprender a usar la “Regla de 24 pulgadas”, en clara referencia  a las 24 horas del día y decían que había que disponer 8 horas al trabajo, 8 horas al descanso y 8 horas a la elevación espiritual.  Cuando los Maestros constructores idearon este método nunca pensaron que esas tres actividades tendríamos que hacerlas en un mismo espacio físico. De tal manera que las conductas que antes hacíamos en un espacio físico como trabajar, en ese mismo espacio agotábamos todas las consecuencias emocionales que se derivaran del trabajo, pero al concluir el trabajo nos marchábamos a la casa y dejábamos atrás los problemas del trabajo.




Un antiguo cuento sufí refería de una persona que era muy feliz y que era tan feliz que llegó a ser la envidia de todos en el pueblo y hasta el Rey comenzó a envidiarle. El Rey lo llamó a su corte y le preguntó acerca del secreto de su felicidad a lo que el hombre le contó al Rey: Cuando salgo de mi casa al trabajo dejo en una planta que está en la puerta los problemas de mi casa. Cuando llego del trabajo tomo los problemas de mi casa y dejo los del trabajo.



Este cuento habla de la necesidad del control discriminativo para separar las condiciones del trabajo y del hogar.
En atención a lo anterior podemos generar las siguientes técnicas:

LA VARITA MÁGICA:
Construya una varita mágica con cualquier material y cuando se disponga a trabajar, dirija la varita hacia el lugar donde trabaja, por ejemplo la mesa del comedor, y rodee con tres vueltas ese sitio mientras recita:
“Por la magia de mi Hada Madrina te convierto en Oficina”
¡Y ya!  ¡La mesa del comedor se ha convertido en oficina! Puede trabajar allí el tiempo que desee, pero cuando termine de trabajar debe revertir el hechizo:
“Por la Magia del Mago Fedor te convierto otra vez en comedor”



LAS NUEVAS LLAVES DE LA OFICINA
Recuerde esas llaves viejas que tiene guardada en su casa. Si, esas llaves que hace tiempo ya ni sabemos a qué puerta correspondían, pero que no tiramos en su momento. Tome la llave más bonita póngale un llavero y bautícelas como “Las nuevas llaves de su oficina”. Cuando vaya a trabajar en su computadora o en la mesa del comedor, al llegar a ese sitio abra una puerta imaginaria con sus “Nuevas llaves de la oficina”  y cierre la misma puerta imaginaria cuando termine de trabajar.

La idea es que cree una clave discriminativa que abra la oportunidad de ejecutar conductas y que las mismas no se entremezclen en sus efectos emocionales.





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