LA MAGIA DE LA NAVIDAD 6
Los Reyes
Magos.
La tradición
Cristiana nos habla de tres Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltazar, que
vinieron del oriente a traer regalos al niño dios y a adorarlo. Hasta ahí todo
está lindo, pero… …ahí un detalle: Si
supuestamente se trata de la tradición cristiana no hay en la Biblia ninguna
sustentación sólida para tal tradición.
¿Cuántos eran?
Empecemos
con el número. Nunca se dice cuántos
reyes eran. El texto de Mateo que es el que refiere esta escena nunca dice
cuántos eran. Esto es lo que dice Mateo:
“Nacido,
pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente
a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de
nacer?”. Mateo (2, 1-2)
Como vemos
no se dice de forma explícita el número de personas que vinieron. La tradición
cristiana habla de 3. La iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia
hablan de 12 reyes. Incluso la tradición esotérica habla de 4 reyes magos.
¿Cuáles eran sus nombres?
Fue en el siglo
VI cuando comienzan a nombrarse estos interesantes personajes. Los nombres
actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por
primera vez en el famoso mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena) que data del
siglo VI, en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con
sus nombres encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar
varios siglos, hasta el siglo xv, para que el rey Baltasar aparezca con la piel
negra, porque los tres reyes, además de
representar las edades, representan las tres razas predominantes en la Edad
Media. Melchor representa a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a
los africanos.
En los muros
del palacio de Darío el Grande, uno de los fundadores de la Dinastía
aqueménida, pilares del gran imperio persa, en lo que hoy es conocido como
“Persépolis” en la actual Irán, se puede ver altorelieves de reyes trayendo
regalos al emperador, significando con ello la sumisión de esos reyes al
emperador.
Como vemos
fue en el siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se
les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y
"Baltasar", que supuestamente equivalen en griego a
"Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a
"Magalath", "Serakin" y "Galgalath". Según una
leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se
encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.
¿Quiénes eran?
De nuevo, la
tradición habla de Reyes Magos. Sin embargo, la falta de apoyo historiográfico
nos impide saber verdaderamente quiénes eran. La tradición, otra vez la
tradición, supone que eran astrólogos. Esto basado en el hecho de que seguían a
la “Estrella de belén”, y para realizar observaciones en el firmamento nocturno
debían entonces haber tenido entrenamiento para tal fin, y en aquella época ese
conocimiento lo tenían los astrólogos.
Otro
elemento importante se trata del término “Mago”. La palabra «mago», proviene
del persa ma-gu-u-sha, que significa sacerdote. Llegó al griego como μαγός
(magós, plural: μαγοι, magoi), refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o
babilonios, que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios. Del
griego pasó al latín como magus, plural magi, /mágui/ (cf. magister,
/maguíster/) de donde llegó al español mago.
Otro dato
curioso es que los Reyes venían del oriente, y si uno ve el mapa del medio
oriente, resulta que más hacia el oriente queda Persia, o sea, la actual Irán.
En todo
caso, eran sabios que conocían algunos secretos de las estrellas.
Entonces, de
lo anterior se desprende que no eran Reyes ni Magos ni tres.
¿Y los regalos?
De nuevo
Mateo, que es único que hace referencia a los reyes dice: “Y al entrar en la
casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo
sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” Mateo (2, 11)
Oro,
incienso y mirra. Se tiene asociado el Oro, al Espíritu. La tradición alquímica
refiere el Oro Espiritual. La alquimia se trata de convertir el plomo en oro.
El más innoble de todos los metales en el más noble. Es decir, lo más impuro a
lo más puro. O dicho de otro modo: la parte más procaz nuestra en lo más
elevado. El incienso entonces se asocia al alma en su dimensión de hacer
sagrado algo. Por otro lado la Mirra se usaba para embalsamar a los muertos, y
con los vivos se usaba como anestésico. En todo caso tiene que ver con el
cuerpo. El conocimiento esotérico nos dice que tenemos tres realidades.:
cuerpo, alma y espíritu, y estas son las representadas por los regalos de los
“Reyes”. Resulta curioso tratar de
entender por qué estos sabios le
recordaban al “Hijo de Dios” que tenía un cuerpo físico, un alma y un espíritu. Si era Dios, ya debía saberlo.
Corolario.
A mi manera
de ver la historia de los reyes refiere la adoración y la sumisión; los que van
a ofrecer regalos se ponen bajo esa autoridad, pero le recuerdan a esa
autoridad que tiene un cuerpo físico. Es como si reconociéramos al verdadero
Maestro y además le recordáramos: “Maestro, recuerda que eres mortal y te vas a
morir”. A mí me resulta difícil de entender que haya que recordarle eso a un
Dios… …A menos que no se le esté
recordando a un Dios, sino a alguien que se quiere iluminar, o sea a nosotros.
Tal vez esos regalos no iban dirigidos tanto a Jesús, sino al Cristo que vive
en cada uno de nosotros. A nosotros si se nos debe recordar que somos, cuerpo,
alma y espíritu (o cuerpo, mente y espíritu). Entonces, la tradición de dar
regalos debe enfocarse más bien en RECIBIR regalos, y tal vez la enseñanza más
linda de todo esto es que: PODEMOS RECIBIR REGALOS PORQUE SOMOS COMO JESÚS. Y
como la Ley universal dice que para recibir hay que dar, ergo, tenemos que la
tradición de regalar representa la enseñanza del DAR. El Buda enfatizó de
sobremanera en el desarrollo de la Generosidad. Para tener todo hay que darlo
todo, dice un antiguo aforismo. Entonces cuando damos, regalamos a la chispa
divina que hay en cada persona, y cuando recibimos somos como Jesús. Ahhhhhhhhh
ya entiendo, entonces… …si eran reyes
y si eran magos!
Dr. Roger Garcés
Psicólogo
04168276258
psicogarces@gmail.com
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