domingo, 2 de diciembre de 2018

LA MAGIA DE LA NAVIDAD 7. El Espíritu de la Navidad.



LA MAGIA DE LA NAVIDAD 7
El Espíritu de la Navidad.

La moda es más o menos reciente, hará unos 20 o 25  años, que se popularizo la celebración del “Espíritu de la Navidad” el 21 de diciembre. Una vez en una charla de metafísica, la conferencista explicaba que el día 21 de diciembre, marcaba el momento en que más se acercaba a la tierra  “El Amado Maestro Natividad”.  Ella decía que este particular personaje no llegaba a la tierra, sino que ese día era cuando más se acercaba, y luego seguía en su curso por el universo.

Entonces una marejada de rituales, esencias de mandarinas, velas amarillas, figuras de el “Espíritu de la navidad” distribuidos además por una exitosa campaña de marketing inundó las vidrieras y pasó a formar parte de las tradiciones “navideñas”.

Pues bien,  nadie sabe quién es el “Amado Maestro Natividad”, no está documentado su curso por la tierra como en el caso del Amado Maestro Saint Germain del que si existen extensos registros. Las referencias que se hacen de él en internet  no incluyen registros serios ni históricos de ningún tipo. Solo “canalizaciones” de dudosa credibilidad. Nadie sabe tampoco el por qué de lo de las esencias de mandarina y las velas amarillas.  En ninguna parte se sustenta esto. Todo apunta a que es un invento del marketing y de la necesidad de la gente de conectarse con la belleza.

Lo que sí es una tradición muy, muy, muy antigua es la tradición rusa de Died Maróz. También se puede encontrar en la literatura como Died Moróz, recuerden que en ruso la O no acentuada se pronuncia como A. en fin, Diez Maróz es el abuelo de las nieves.
Wikipedia dice:  Ded Moroz (en ruso, Дед Мороз) ( Died: abuelo; Moroz :Helada) personificaba una fuerza de la naturaleza durante la era precristiana para los eslavos orientales. Aparece en la forma de un anciano, con una larga barba gris, que se pasea a través de los bosques y campos, dando golpes con su Posoh (Vara mágica) causando fuertes heladas. El prototipo para Ded Moroz es una deidad eslava, el Señor del invierno, el frío y las heladas. Se traslada en una Troika con su nieta Snegurochka. Algunas representaciones de Died Maroz lo conectan con Cernunnos, el Dios Astado de los celtas y pueblos nórdicos.






Dez Moroz  llama a la puerta con su vara e irrumpe en la cena familiar pidiendo a los niños que le canten o reciten un poema si quieren recibir su regalo. La traducción literal del nombre es Abuelo Frío, con variaciones como Abuelo Hielo o Abuelo de las Nieves, entre otras
Cuando uno observa las figuras de cerámica que venden como “Espíritu de la navidad” se da cuenta de que hay un aire eslavo en su vestimenta. Se parece al particular personaje que aparece en la película “El origen de los guardianes”, una especie de San Nicolás muy osado y muy eslavo que tenía tatuado en sus brazos las palabras “Bueno” y “tremendo”, por demás una interesantísima muestra de armonización de las polaridades.  








Pero volviendo a lo que nos venden como Espiritu de la Navidad no es más que las figuras representativas de Died Maroz que durante siglos han sido veneradas en Rusia, los países eslavos y toda Europa del este.
Así que, ni sabemos quién es el “Amado Maestro natividad”, ni sabemos por qué cuernos  lo de la esencia de mandarina y las velas amarillas, y la figura del Espíritu de la navidad es un tal fulano ruso, entonces estamos ante una exitosa campaña de marketing.
Lo que si ocurre el 21 de diciembre es el ya comentado Solsticio de Invierno. En entradas anteriores hablamos de esto. Ese momento mágico en que el sol se detiene por tres días en el cielo y retoma su marcha, y esta vez viene hacia nosotros a calentarnos, cuando hasta hace pocos días huía de nosotros y nos enfriábamos cada día más. Ese 21 de diciembre marca el momento en que el sol se va a detener pero tres días más tarde resucitará y nos calentará, y no moriremos de frío.




Otra creencia  de corte esotérico señala que solamente hacia el solsticio de invierno en el hemisferio norte, el polo norte terráqueo apuntaría hacia las pléyades y al centro de la galaxia, de donde saldría un rayo energético-espiritual que energizaría el planeta y por eso la importancia del solsticio y de que el polo norte apunte hacia ese sitio, cosa que no sucedería en el solsticio de verano, según esta creencia. En realidad el polo norte terrestre SIEMPRE apunta a la Polaris, mejor conocida como la estrella Polar. Lo anterior sería una linda creencia que legitimaría un poco la idea del “Espíritu de la navidad”.
Lo que si tenemos claro es que el 21 de diciembre lo que ocurre es el Solsticio de Invierno, las tradiciones celtas y eslavas lo celebraban como algo verdaderamente importante en el desarrollo espiritual del ser humano.
Pero de esto vamos a hablar en la siguiente entrada…





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