sábado, 15 de diciembre de 2018

LA MAGIA DE LA NAVIDAD 8. El Pesebre, la evidencia incriminatoria.


LA MAGIA DE LA NAVIDAD 8
El Pesebre. La evidencia incriminatoria.

     Se dice que para el año 1223, en el pueblo de Greccio, Italia, San Francisco de Asís inventó el pesebre. La palabra “Pesebre” viene del latin “Praesepe” y se refiere al establo, redil o caja donde se pone el alimento para los animales. Viene de Prae = Delante y Saepes = Cercado. Por extensión se pasó a llamar pesebre al edificio donde comen los animales. Recordemos que en la antigüedad era una costumbre construir las casas con el establo en la primera planta y en la parte superior las habitaciones para las personas. Esto hace que el calor en el edificio se mantenga y los inviernos sean un poco más llevaderos para las personas que habitan en la planta superior. En todo caso es el lugar donde ocurrió el “Nacimiento”, y es justamente con este nombre y esta representación que en Venezuela conmemoramos el NACIMIENTO de Jesús. Insisto en remarcar la palabra Nacimiento porque, como veremos más adelante es verdaderamente importante.

(Una vaca alimentándose en un pesebre. Oleo de Seganttini 1899)


                                                   (Pesebre)


     Ya habíamos visto que la Iglesia católica hizo coincidir el nacimiento de Jesús con la festividad pagana del Solsticio de Invierno que los Celtas llamaban Yule, los pueblos nórdicos Yul y hasta los romanos lo celebraban como el día de nacimiento de Sol Invictus. En todo caso la Iglesia Católica hizo “Nacer” a Jesús el 25 de diciembre. Día en que se inicia otra vez el recorrido del sol por el cielo formando el  “Analema solar”.
Si, el 21 se inicia el solsticio (Sol estático), ese día el sol se detiene en el cielo y permanece estático tres días (¡¡TRES DIAS!! ¿No les suena conocido?) y el 24 de diciembre arranca otra vez su periplo celeste. Pero, los que han estado en un país con invierno saben que justo el 21 de diciembre es cuando comienza el invierno!! El sol ya se ha comenzado a acercar, pero ahora es cuando viene el frio, de hecho, en esos países, las grandes nevadas se esperan en enero y febrero.
Surgen varias reflexiones:
     ¿Por qué los antiguos hacían una gran celebración del solsticio de invierno cuando era apenas un solcito chiquitico y lejano que decidió reiniciar su marcha en la bóveda celeste pero que ese día lo que se anunciaba era fffrrrrrrrriiiiiiiiioooooooooooo y más ffrrrrrrrrrrriiiiiiiiiiiiiooooooooooo?




A mi manera de ver los antiguos decidieron darle más importancia a ese día por varias razones:

Los días comenzaban a crecer en duración. Por tanto era el comienzo de la acumulación de energía manifestada.

El reinicio del viaje del sol por el cielo, aunque en ese momento sea un solcito chirriquitico y sin fuerza para calentar, significaba una PROMESA.

Ahhhhhhhhhh!!  Esto es otra cosa!!!

La promesa no la ves pero la esperas. No tienes constancia de ella pero supones con mucha esperanza que vendrá. La promesa no la sustenta nada pero confías en ella. Es como un niño que nace, no puedes saber si será alguien de bien o un delincuente. Un niño que nace, es decir… ¡UN NACIMIENTO!   Ahora ya conectamos con lo de nacimiento. Renace el Sol (el solsticio de invierno), renace la esperanza. Como ya dijimos, los días comienzan a ser más largos y por tanto renace la energía manifestada.  Lo del nacimiento ya lo sabíamos lo que no barruntábamos era lo de la promesa. 
Y entonces el muchachito nació, pero había un detalle que se paseaba delante de nuestros ojos y no lo veíamos es que nace en un pesebre. Como no tenía cuna lo metieron en un pesebre.

O sea, que desde el punto de vista simbólico, ese muchachito que nació es un alimento. El alimento es lo que fortalece, lo que hace crecer, justamente, alimento es cualquier sustancia que toma o recibe un ser vivo para su nutrición; es el componente esencial de la vida desde el nacimiento hasta la muerte. DESDE EL NACIMIENTO HASTA LA MUERTE!!!. O sea el fundamento, por cierto, la palabra fundamento tiene la misma raíz etimológica que alimento, es el sufijo Mentos que significa medio o sustento. Es el medio para algo. Lo mismo sucede con la palabra monumento (con el mismo sufijo) de Moné (memoria) y Mento el medio para (monumento entonces es el medio a través del cual recordar). O sea que el niño es un alimento. Será por eso que cuando uno ve a un niño muy hermoso dice: ¡Qué bello está ese bebé! ¡Provoca comérselo! ¿Será por eso? En todo caso “Alimento” es el medio para crecer.




De manera que ese muchachito, que es una promesa, es un alimento, y es  a la vez lo más importante desde el nacimiento hasta la muerte, vino de un nacimiento. Nacimiento que fue representado por Francisco de Asís con José y María. Es decir, el niño vino de un hombre y una mujer. Es decir, el principio masculino y el principio femenino, o lo que es lo mismo, el principio activo y el principio receptivo, ó como llamaban los alquimistas el Azufre y el Mercurio.
Esto es: En el “Pesebre” (alimento) hay un niño que nació (una promesa) que proviene de dos principios. ¿Será ese el Principio Generatríz descrito en el Kybalion?
El Séptimo principio,  el Principio de Generación explica: "La generación existe por doquier; todo tiene su principio masculino y femenino; la generación se manifiesta en todos los planos" El Kybalion
La generación se manifiesta en todo y siempre están en acción los principios masculino y femenino; no solo en el plano físico, sino también en el mental y en el espiritual. En el mundo físico este principio se manifiesta como “sexo”, y en los planos superiores toma formas más elevadas, pero el principio que subsiste es siempre el mismo. Ninguna creación física, mental o espiritual es posible sin este principio. Este principio obra siempre en el sentido de generar, regenerar y crear. Cada ser contiene en sí mismo los dos elementos del Principio de Generación.
No sé en que estaría pensando Francisco de asís, pero a mí me parece que hay una evidencia incriminatoria en el pesebre que inventó.
A mi manera de ver la simbología completa es la siguiente:

De los polos opuestos, surge la promesa que es el alimento.





O sea, que cuando usted tenga una contradicción o una polaridad, no la desestime. Lo que define a la naturaleza humana es la paradoja y la contradicción. Si esto ocurre, esas son justamente las condiciones para que aparezca la “Promesa”, y es justamente la promesa la que alimenta el alma porque ella…   … va a crecer, y va a crecer con la energía manifestada que reinauguró el solsticio de invierno, y poco a poco iremos viendo como esa promesa se va manifestando un poco más cada día.
Por eso el solsticio de invierno es la Janua Coeli, la puerta del Cielo, y al cielo se va por medio del deseo, recuerde que transformar los deseos en realidad es el objetivo de la magia.
Entonces, ya podemos hacer un ejercicio: imagine que su deseo es un niño. Un niño que como todo niño hay que alimentar, pero que además él mismo es un alimento. Ese Deseo/Niño/Promesa viene de una contradicción. Observe sus contradicciones, van a parir algo bueno. No oblitere sus contradicciones, no trate de ser perfecto. Simplemente deje que nazca lo que tiene que nacer será la unión de los opuestos, será la Sal de los alquimistas. “Sal de la tierra y luz del mundo” (Mt 5:13), así les decía Jesús a sus discípulos.
Entonces ¿Será que somos nosotros los que renacemos cada año?

Dr. Roger Garcés
Psicólogo 
psicogarces@gmail.com
0058 416 8276258

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