jueves, 22 de noviembre de 2018

LA MAGIA DE LA NAVIDAD 6 Los Reyes Magos.


LA MAGIA DE LA NAVIDAD 6
Los Reyes Magos.

La tradición Cristiana nos habla de tres Reyes Magos. Melchor, Gaspar y Baltazar, que vinieron del oriente a traer regalos al niño dios y a adorarlo. Hasta ahí todo está lindo, pero…    …ahí un detalle: Si supuestamente se trata de la tradición cristiana no hay en la Biblia ninguna sustentación sólida para tal tradición.

¿Cuántos eran?
Empecemos con el número.  Nunca se dice cuántos reyes eran. El texto de Mateo que es el que refiere esta escena nunca dice cuántos eran. Esto es lo que dice Mateo:
“Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?”.  Mateo (2, 1-2)
Como vemos no se dice de forma explícita el número de personas que vinieron. La tradición cristiana habla de 3. La iglesia ortodoxa siria y la Iglesia apostólica armenia hablan de 12 reyes. Incluso la tradición esotérica habla de 4 reyes magos.

¿Cuáles eran sus nombres?
Fue en el siglo VI cuando comienzan a nombrarse estos interesantes personajes. Los nombres actuales de los tres reyes magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, aparecen por primera vez en el famoso mosaico de San Apollinaire Nuovo (Rávena) que data del siglo VI, en el que se distingue a los tres magos ataviados al modo persa con sus nombres encima y representando distintas edades. Aún tendrían que pasar varios siglos, hasta el siglo xv, para que el rey Baltasar aparezca con la piel negra, porque  los tres reyes, además de representar las edades, representan las tres razas predominantes en la Edad Media. Melchor representa a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
En los muros del palacio de Darío el Grande, uno de los fundadores de la Dinastía aqueménida, pilares del gran imperio persa, en lo que hoy es conocido como “Persépolis” en la actual Irán, se puede ver altorelieves de reyes trayendo regalos al emperador, significando con ello la sumisión de esos reyes al emperador.




Como vemos fue en el siglo VI, en la iglesia de San Apolinar Nuovo, en Rávena (Italia) se les asignaron los nombres de "Melchor", "Gaspar" y "Baltasar", que supuestamente equivalen en griego a "Appellicon", "Amerín" y "Damascón" y en hebreo a "Magalath", "Serakin" y "Galgalath". Según una leyenda, sus restos se encuentran en la Catedral de Colonia, Alemania, donde se encuentra el llamado Relicario de los Tres Reyes Magos.

¿Quiénes eran?
De nuevo, la tradición habla de Reyes Magos. Sin embargo, la falta de apoyo historiográfico nos impide saber verdaderamente quiénes eran. La tradición, otra vez la tradición, supone que eran astrólogos. Esto basado en el hecho de que seguían a la “Estrella de belén”, y para realizar observaciones en el firmamento nocturno debían entonces haber tenido entrenamiento para tal fin, y en aquella época ese conocimiento lo tenían los astrólogos.

Otro elemento importante se trata del término “Mago”. La palabra «mago», proviene del persa ma-gu-u-sha, que significa sacerdote. Llegó al griego como μαγός (magós, plural: μαγοι, magoi), refiriéndose a una casta de sacerdotes persas o babilonios, que estudiaban las estrellas en su deseo de buscar a Dios. Del griego pasó al latín como magus, plural magi, /mágui/ (cf. magister, /maguíster/) de donde llegó al español mago.
Otro dato curioso es que los Reyes venían del oriente, y si uno ve el mapa del medio oriente, resulta que más hacia el oriente queda Persia, o sea, la actual Irán.
En todo caso, eran sabios que conocían algunos secretos de las estrellas.
Entonces, de lo anterior se desprende que no eran Reyes ni Magos ni tres.




¿Y los regalos?
De nuevo Mateo, que es único que hace referencia a los reyes dice: “Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra” Mateo (2, 11)
Oro, incienso y mirra. Se tiene asociado el Oro, al Espíritu. La tradición alquímica refiere el Oro Espiritual. La alquimia se trata de convertir el plomo en oro. El más innoble de todos los metales en el más noble. Es decir, lo más impuro a lo más puro. O dicho de otro modo: la parte más procaz nuestra en lo más elevado. El incienso entonces se asocia al alma en su dimensión de hacer sagrado algo. Por otro lado la Mirra se usaba para embalsamar a los muertos, y con los vivos se usaba como anestésico. En todo caso tiene que ver con el cuerpo. El conocimiento esotérico nos dice que tenemos tres realidades.: cuerpo, alma y espíritu, y estas son las representadas por los regalos de los “Reyes”.  Resulta curioso tratar de entender  por qué estos sabios le recordaban al “Hijo de Dios” que tenía un cuerpo físico, un  alma y un espíritu. Si era Dios, ya debía saberlo.





Corolario.
A mi manera de ver la historia de los reyes refiere la adoración y la sumisión; los que van a ofrecer regalos se ponen bajo esa autoridad, pero le recuerdan a esa autoridad que tiene un cuerpo físico. Es como si reconociéramos al verdadero Maestro y además le recordáramos: “Maestro, recuerda que eres mortal y te vas a morir”. A mí me resulta difícil de entender que haya que recordarle eso a un Dios…   …A menos que no se le esté recordando a un Dios, sino a alguien que se quiere iluminar, o sea a nosotros. Tal vez esos regalos no iban dirigidos tanto a Jesús, sino al Cristo que vive en cada uno de nosotros. A nosotros si se nos debe recordar que somos, cuerpo, alma y espíritu (o cuerpo, mente y espíritu). Entonces, la tradición de dar regalos debe enfocarse más bien en RECIBIR regalos, y tal vez la enseñanza más linda de todo esto es que: PODEMOS RECIBIR REGALOS PORQUE SOMOS COMO JESÚS. Y como la Ley universal dice que para recibir hay que dar, ergo, tenemos que la tradición de regalar representa la enseñanza del DAR. El Buda enfatizó de sobremanera en el desarrollo de la Generosidad. Para tener todo hay que darlo todo, dice un antiguo aforismo. Entonces cuando damos, regalamos a la chispa divina que hay en cada persona, y cuando recibimos somos como Jesús. Ahhhhhhhhh ya entiendo, entonces…     …si eran reyes y si eran magos!




Dr. Roger Garcés
Psicólogo
04168276258
psicogarces@gmail.com

lunes, 19 de noviembre de 2018

LA MAGIA DE LA NAVIDAD 5. El arbolito de Navidad y Thor



LA MAGIA DE LA NAVIDAD 5
El arbolito de Navidad y Thor

Los antiguos la llamaban “La Piedra del Rayo” y creían que se desprendía cuando sus dioses golpeaban y generaban rayos. Zeus en Grecia, era uno a los que se le asocia con el rayo. Homero le llamaba: “Zeus, el que se complace el lanzar rayos”. Thor, el Dios escandinavo que tenía el martillo Mjollnir (El Matagigantes), era tan poderoso que con su grito ponía en marcha el universo. Esa es sólo una muestra del poder de Thor. Los vikingos cuando veían un rayo sabían que era Thor que estaba golpeando con su martillo Mjollnir, y cuando caía lo que ahora llamamos meteoritos, sabían que lo que los producía era el rayo que Thor generaba con su golpe de martillo. 



Por eso la Piedra del Rayo era tan apreciada y respetada. La Piedra del Rayo además producía un inmenso ruido, al igual que el martillo. Un ruido que producía respeto, al igual que el rayo. Por eso tenemos una respuesta arquetipal de respeto cuando alguien genera un golpe como el de un martillo o un mazo sobre un escritorio, recuerden por ejemplo a un juez en esas películas de Hollywood o a un maestro espiritual con un mallete o mazo afirmando sus palabras con tres golpes. Lo cierto es que la Piedra del Rayo infunde respeto. Si ustedes recuerdan la Kabba reconocerán el infinito respeto que se le puede tener a una piedra caída del cielo.




La idea es que algo sale del cielo y hace contacto con la tierra; y ¿Si pasara al revés? Si algo sale de la tierra y hace contacto con el cielo. Para los antiguos celtas o vikingos un inmenso pino centenario, que además de sobrevivir al invierno, es capaz de acercarse al cielo, porque va de abajo hacia arriba. Por eso la idea del ARBOL (y un árbol grande) es la reciprocidad a la magnificencia del Rayo de Thor que produce la Piedra del Rayo.
Haga el siguiente experimento: elija un árbol muy alto y acuéstese boca arriba al pie del ese árbol y trate de mirar su copa. Trate de ver el final del árbol, la parte más alta, hasta donde ya no hay más; y se dará cuenta que es muy, muy alto, y uno se siente muy, muy pequeño.  Es como cuando uno va a la represa de Guri y puede contemplar esa mole gigantesca de cemento y ese rio inconmensurablemente caudaloso. Si se abren todas las compuertas del Guri, se inundaría todo Puerto Ordáz. ¡Cuando uno se compara con el Guri se siente como una hormiguita! Así sucede cuando  vemos desde la raíz a un árbol muy alto, y ese sentimiento sobrecogedor fue lo que sintieron los antiguos cuando contemplaban ese pino al cual adornaban para conmemorar la victoria del Sol Invencible.



Por eso un Arbolito está relacionado con un Meteorito. Produce tanto respeto un arbolito navideño como el sonido del golpe que hace un Juez con su  “Martillo”.
Produce respeto por un lado y alegría por otro; Claro! Ahí estaban los regalos que nos traía el Niño Jesús!  
La idea de que Thor tenía que ver con la navidad se justifica con que Thor genera el Rayo, que genera la Piedra del Rayo, que viene del cielo, (de arriba hacia abajo) y nosotros los humanos en reciprocidad, tenemos un pino que crece de abajo hacia arriba, y por eso es tan importante para nosotros. Con el Árbol de Navidad hacemos contacto con los Dioses. Se dice fácil, pero medite detenidamente estas palabras:
 CON EL ÁRBOL DE NAVIDAD HACEMOS CONTACTO CON LOS DIOSES.  
Caramba! Que es algo grande que trasciende la banalidad de los días y se convierte en algo sagrado. Además  ese árbol se adorna justo para la fiesta de la entrada por la Puerta de los Dioses el 21 de diciembre  se adorna, entre otras cosas, ¡Con una estrella en la punta! ¡Una estrella! ¡El cielo!
¡Que interesante! ¿No?



Dr. Roger Garcés
Psicólogo
0416 827 62 58
psicogarces@gmail.com


viernes, 16 de noviembre de 2018

LA MAGIA DE LA NAVIDAD 4. El Solsticio de Invierno



LA MAGIA DE LA NAVIDAD 4
El Solsticio de invierno

Ahora nos enfilamos al Solsticio de invierno. El momento en que el sol pareciera detenerse en el cielo por tres días, comienza el 21 de diciembre y termina el 24. Si, el 24 justo el día de la víspera de navidad. O sea, que el sol comienza realmente a  “moverse” el 25 de diciembre. ¿Será por eso que la Iglesia Católica asumió el 25 de diciembre como la fecha de nacimiento de Jesús? En la Biblia nunca se señala la fecha de nacimiento de Cristo. Bueno, noticias vuelan y saltan: Cerca de 25 dioses tienen como fecha de nacimiento el 25 de diciembre. La iglesia católica solamente fue una más que se pegó a la celebración del Solsticio de Invierno. 

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La fiesta celta se llama Yule y todavía se celebra. Los romanos celebraban las “Saturnales” en honor al Dios Saturno (Cronos en la mitología griega), que luego daba la entrada a la fiesta del nacimiento del Sol Invictus, o el Sol Invencible.
En realidad Todos los pueblos nórdicos celebraban el Solsticio de Invierno, y los del sur también. De manera que la navidad es en realidad una fiesta solar y pagana. Una fiesta pagana que fue cristianizada, ya vimos como cristianizaron Samhain y la convirtieron en la Víspera de Todos los Santos.



Entonces tenemos que solamente el Solsticio ya representa algo por qué celebrar. Imaginen hace 20.000 años al hombre nórdico en sus frías estepas que va notando que el sol cada vez sale desde un punto más lejano y alumbra menos. Los días cada vez son más cortos y las noches más largas. Si las noches son más largas, hay más tiempo con frio. El hombre observa ese fenómeno sin poder hacer nada y nota que el 21 de diciembre el sol alcanza su máximo de distanciamiento y sus rayos son muy débiles. ¿Qué pasaría si el sol sigue con ese camino de distanciamiento? ¿qué pasaría si el sol sigue de largo y se alejara, y se alejara por siempre? Pues, sencillamente que la muerte y el congelamiento sobrevendría muy pronto.

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Pero!
El sol parece detenerse en su camino y dura tres días como parado en el cielo (de ahí la palabra Solsticio: Sol estático), el sol dura tres días como decidiendo  por dónde seguir, hasta que felizmente el 24 de diciembre toma una decisión, y regresa por donde vino a alumbrarnos. Los días cada vez se hacen más largos, y los rayos del sol cada vez se hacen más fuertes. Se trata del triunfo de la luz. Con la luz la humanidad vence una vez a la muerte. Con el sol tenemos un  año más de vida que nos regala el Dios Sol.
Verdaderamente para el hombre de hace 20.000 años el Solsticio de Invierno era un acontecimiento de dimensiones inconmensurables. El periplo que realiza el sol en el cielo y que garantiza la vida en el planeta se llama Analema y se observa como si el sol dibujara un ocho en el cielo en su trayectoria anual.

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La luz del sol parece que va a morir pero la luz resucita y triunfa la vida con la resurrección de la luz. ¿Les suena conocido?
Si, la navidad es fundamentalmente una fiesta pagana que fue cristianizada porque la Iglesia católica no pudo contener la energía de las fiestas del Solsticio de Invierno. No pudo eliminarla, así que la asimiló.
Todo el mundo refiere que la navidad es la época más hermosa del año. Los días son más claros y límpidos, las almas están más bellas y todos coinciden en que definitivamente diciembre tiene una MAGIA. Hay una Magia  que nadie saben definir pero que todos saben distinguir.
¿Tendrá que ver con esa memoria histórica que compartimos todos los seres humanos en el Inconsciente Colectivo?
En todo caso sabemos que hay una MAGIA,
Pues vamos a utilizar esa magia para nuestro provecho.
Podemos decir Feliz Yule
Feliz Saturnalia
Feliz día de sol Invicto
Feliz Jul
Feliz Yuletide
Feliz Navidad
En realidad para el alma es lo mismo.
Vamos a buscar esa magia de la navidad
¿Cuento con Ustedes?