martes, 17 de diciembre de 2013

UNA INTERESANTE SIGNIFICACIÓN DE LOS REGALOS EN NAVIDAD

UNA INTERESANTE SIGNIFICACIÓN DE LOS REGALOS EN NAVIDAD


                                                                                                               Lic. Roger Garcés
                                                                                                   Psicólogo


     En realidad quien inició toda esta tradición, o en todo caso la reafirmaron, fueron los Reyes Magos.  Ya que vinieron del Oriente y trajeron al Niño Dios oro, incienso y mirra. Hay una fascinante interpretación del simbolismo de estos regalos que al parecer fueron incorporados por la Iglesia posteriormente a la escritura de los evangelios. Marcos solo dice que “vinieron unos magos a adorar al niño” y no dice si eran reyes, ni cuantos eran, y tampoco dice si traían o no regalos. Pero esta discusión en este momento no nos interesa. Nos interesa más la tradición porque es ella la que se ha estructurado sobre el inconsciente colectivo y es justamente la tradición la que implica una interpretación psicológica.


       Lo que todos comentamos es que vinieron uno reyes magos a traer regalos al niño. Pues bien, si la idea era dar regalos al Niño Dios, porque cada uno de nosotros recibimos regalos cuando niños. Ninguno de nosotros fue Dios como para merecer tan alto honor de “recibir regalos de unos reyes”. ¿Por qué la tradición insiste en ofrecer regalos a todos los  niños? Esta práctica que luego fue comercializada pero no es nuestro interés este punto. ¿Por qué los reyes megos “confunden” al Niño Dios con cualquier hijo de vecina que se cruce por su camino? Si la idea era ofrecer regalos debido a la alta investidura de Jesús ¿Por qué los reyes magos tratan como a un dios a cualquier niño? ¿Será porque en el fondo todos somos como Jesús? Se trata de recordarnos que en cada uno de nosotros habita la esencia de Jesús. Se habla del “Ser Crístico”, de la “Naturaleza Búdica”. Del “Yo Superior”. Muchas disciplinas místicas y religiosas insisten que en nuestro interior habita la esencia de un ser maravilloso que podemos desarrollar.
       Definitivamente cada uno de nosotros puede llegar a ser un Buda, una Madre Teresa de Calcuta, un Gandhi. En lo profundo de cada uno de nosotros existe la semilla de un ser divino que, gobernado por el amor, dirige todas sus energías a la belleza y a la armonía. En el fondo de cada uno de nosotros habita un ser que puede hacer milagros, que puede cambiar el destino del mundo. Ese Cristo que, en el fondo, somos cada uno de nosotros, es el que se nos recuerda cada navidad cuando recibimos o damos regalos. Porque en resumidas cuentas y de alguna manera: TU TAMBIÉN ERES COMO JESÚS.
      La próxima vez que des un regalo o recibas uno piensa que, al dar el regalo le estas recordando al otro su naturaleza crística, y al recibir el regalo, piensa que tú también eres como Jesús.

Lic. Roger Garcés
PSICOLOGO
Centro de Medicina Hiperbárica y Rehabilitación

Citas por el  0212 451 83 75

lunes, 25 de noviembre de 2013

UNA INTERPRETACIÓN DE LA NAVIDAD

                        
                            UNA INTERPRETACIÓN DE LA NAVIDAD
                                          
   

Por Roger Garcés
Psicólogo






     Es conocido que la Iglesia Católica asumió el 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesús ya que en la biblia no se señala en ninguna parte la verdadera fecha de nacimiento de Jesús. En el 354 Después de Cristo el Obispo Liberio de Roma ordenó a los creyentes celebrar ese día la natividad con el fin de cristianizar las fiestas que tradicionalmente se realizaban en gran parte de Europa y  particularmente en Roma con Las Saturnales.
     Las fiestas tradicionales europeas en el hemisferio norte eran en realidad fiestas solares que celebraban el solsticio de invierno que comienza el 21 de diciembre. El sol se va alejando desde el solsticio de verano hasta el solsticio de invierno y durante el mismo el sol mantiene “quieto” en el cielo durante 3 días, luego de los cuales retoma sus posiciones en el cielo y comienza a acercarse. Por tanto el 25 de diciembre marca el momento en que el sol “renace” y comienza un nuevo ciclo de luz. No es de extrañar que muchas culturas hayan coincidido en celebrar el día de nacimiento de sus deidades justamente el 25 de diciembre. En este sentido Horus, Mitra, Krhsna y Dionisios son algunas deidades que comparten su celebración con Jesús. En general las tribus nórdicas y en particular los Celtas daban mucha importancia a la celebración del solsticio de invierno.
     De esta última cultura mencionada nos viene el actual Halloween. Los celtas celebraban el Samhain el día que a nuestro calendario corresponde el 31 de octubre. Esta celebración también fue cristianizada por la Iglesia católica como fiesta mayor, y fue convertida en la vigilia que preparaba la celebración del día de todos los santos. Esta vigilia vespertina del día anterior a la fiesta de Todos los Santos, dentro de la cultura Inglesa se tradujo al inglés como: «All Hallow's Eve», en inglés: All Hallow's Eve, ‘(Vigilia de Todos los Santos’). Con el paso del tiempo su pronunciación fue cambiando primero a «All Hallowed Eve», posteriormente cambio a «All Hallow Een» para terminar en la palabra que hoy conocemos «Halloween».
     La festividad céltica del Samhain se describe como una comunión con los espíritus de los difuntos que, en esta fecha, tenían autorización para caminar entre los vivos, dándosele a la gente la oportunidad de reunirse con sus antepasados muertos. Para mantener a los espíritus contentos y alejar a los malos de sus hogares, dejaban comida fuera, una tradición que evolucionó convirtiéndose en lo que hoy hacen los niños en los países nórdicos, quienes van de casa en casa pidiendo dulces.
     El Samhain es pues una antigua festividad celta que tiene más de 3000 años de antigüedad —lo que la convierte quizá en una de las celebraciones más antiguas de la historia humana—, que se realizaba durante la noche del 31 de octubre.
     La festividad que antecede a Samhain en el calendario celta es Mabón que celebra el equinoccio de otoño. Éste es el día en que la noche y el día tienen la misma duración.
Entonces tenemos que:
·        21 de septiembre. Equinoccio de otoño.
Mabón marca el momento en que la noche y el día duran lo mismo pero comienza verdaderamente el dominio de la oscuridad. Las noches comienzan a hacerse más largas que los días.
·        31 de octubre.
Samhain en donde hay una comunicación con los muertos
·        21 de diciembre
            Solsticio de invierno. Festividad de Yule para los celtas.
Esto ocurre durante el dominio de la oscuridad, en esta fase del año, luego del solsticio de verano, los días comienzan a hacerse cada vez más cortos y las noches (la oscuridad) cada vez más larga.

También podemos verlo de esta manera:

·        21 de septiembre. Equinoccio de otoño.
Equivalencia entre lo manifestado y lo no manifestado donde empieza a prevalecer lo “No manifestado”

·        31 de octubre.
Prevalece lo “No manifestado” y puede haber comunicación con el inframundo.

·        21 de diciembre
Día de mayor potencia de lo “No manifestado”.

     Entre 21 de septiembre y 31 de octubre hay 40 días, y entre 31 de octubre y 21 de septiembre hay 50 días.
     La cuenta de 40 días se entiende como preparación y también la de 50 días. De hecho la tradición hebrea realiza la cuenta de los 50 días (los 49 0 7 x 7) y se realiza la actividad al siguiente día (el día 50). La cuenta de Los cuarenta y nueve días se llama  SEFIRÁ y  enseña cómo recuperar el control de nuestras emociones, mostrando cómo refinar el carácter, paso a paso, de una manera basada en las verdades eternas de la Torá. Contar la sefirá ilumina los diferentes aspectos de nuestra vida emocional. Los días de sefirá nos cuentan una historia — la historia de nuestras almas.
     El espectro de la experiencia humana se divide en siete emociones o cualidades, conocidas en plural como sefirot. Cada una de estas siete cualidades, a su vez, se subdivide en siete, haciendo un total de cuarenta y nueve.
CADA DÍA TIENE VIDA PROPIA.
EL DÍA ES UN FLUJO ÚNICO DE ENERGÍA
AGUARDANDO SER CANALIZADA DENTRO
DE LA FIBRA DEL SER DEL HOMBRE.
Cada uno de los cuarenta y nueve días de sefirá ilumina una de las cuarenta y nueve emociones. La energía de cada día consiste en examinar y refinar su correspondiente emoción. La siguiente es una descripción de los siete atributos emocionales, los cuales, en varias combinaciones constituyen las cuarenta y nueve cualidades a ser examinadas y desarrolladas durante este período. Lo que sigue ofrece sólo una de las tantas aplicaciones.
LOS SIETE ATRIBUTOS EMOCIONALES
Jésed: Amor, benevolencia.
Guevurá: Justicia, disciplina, restricción, temor.
Tiferet: Belleza y armonía, compasión.
Nétzaj: Persistencia, fortaleza, ambición.
Hod: Humildad, esplendor.
Iesod: Cohesión, fundamento.
Maljut: Nobleza, soberanía, liderazgo.

MI INTERPRETACIÓN
Llama la atención que durante el dominio de la luz, luego del solsticio de invierno, donde los días comienzan a hacerse cada vez más largos y las noches cada vez más cortas ocurren tres festividades cristianas importantes; El carnaval, que aunque no es una celebración cristiana marca el inicio de la semana santa (40 días antes) y el Pentecostés (50 días después). Es interesante el paralelismo en cuanto a las distancias temporales que existe entre estas celebraciones y las anteriormente señaladas. 
     De lo anterior se desprende, cumpliendo con el principio hermético de “como es arriba es abajo”, que  hay tres puntos importantes en el dominio de la luz para lo  MANIFESTADO y tres puntos importantes en el dominio de la oscuridad para lo NO MANIFESTADO. Si lo NO MANIFESTADO puede hacerse MANIFESTADO, pues, justamente este es un  proceso MÁGICO que vuelve Manifiesto lo No Manifiesto, y mi interpretación es que justamente la fecha para que ocurra este proceso mágico es la del Solsticio de invierno. Por eso la navidad es una fecha llena de magia y en la que se puede hacer magia, siempre que el mago conozca su simbología secreta.

Lic. Roger Garcés
Psicólogo
Centro de medicina Hiperbárica y Rehabilitación
Consultas previa cita: 0212 451 83 75










domingo, 8 de septiembre de 2013

El Triángulo de la Vida.

EL TRIANGULO DE LA VIDA
Lic. Roger Garcés


     Ya en oportunidades anteriores hemos hablado de los elementos que conforman lo que yo llamo “El Triángulo de la Vida”. Hemos tocado por separado cada uno de estos elementos; hoy vamos a integrarlos y ver de qué manera afectan nuestra vida. Si conocemos cómo afectan nuestra vida podemos trabajar sobre ellos y así, cambiar nuestra vida.
      Los tres lados del triángulo de la vida son los siguientes:

 


     a)     El Sí mismo se imagina a Sí mismo.

      En lo referido a el “Pensamiento”, la frase es de los Vedantas, con por lo menos cinco mil años de antigüedad es lapidaria. Esta frase se refiere a la manera cómo nos pensamos en la profundidad de nuestra alma. El Sí mismo tiene la capacidad de soñarse, de imaginarse a sí mismo, de manera tal que lo que tenemos en la vida ocurre porque de alguna manera nos hemos imaginado en esa situación. Podemos darnos cuenta del poder que tiene el imaginarnos de cierta manera cuando las cosas que nos pasan en la vida legitiman lo que pensamos de nosotros mismos. Cuando las cosas nos salen mal en la vida con frecuencia pensamos de nosotros que “vinimos a este mundo a sufrir”, que “Todo nos sale mal”, y cosas por el estilo. Son este tipo de pensamiento lo que describen el sello que nos hemos dado a nosotros mismos y este sello legitimará aquello que nos pase.
       El conocimiento de esta verdad nos dará una herramienta maravillosa de cambio, por tanto comenzar a soñarnos en una situación armónica para nosotros. Imaginar que salimos victoriosos y con gozo de las cosas que nos suceden en la vida es una buena manera de propiciar los anhelados cambios en nuestra vida.

     b)    Todo verbo crea lo que afirma.

      Eliphás Levy, este maravilloso ocultista francés del siglo XIX, nos legó esta frase que refiere el poder de la “palabra”.  En realidad la palabra es una de las herramientas mágicas más efectivas y su poder esta disimulado en el continuo parloteo que tenemos y pasamos por alto el inmenso poder que se nos ha dado.
       “En el principio era el verbo”, es una críptica oración con la que inicia la Biblia. Lo que si queda claro es que verbo, espíritu, logos, pensamiento están antes que la materia. De manera que utilizando la palabra podemos crear realidades. Esto lo hacemos a diario, pero lo hacemos sin darnos cuenta. Piense solamente en las cosas por las que atraviesa y recuerde lo que dice. Recuerde sus expresiones gramaticales, los giros del lenguaje que usa a diario y podrá ver el inmenso parecido entre lo que dice y lo que vive.
      Los rituales mágicos incluyen la invocación o “pasar por la boca”, o decir aquello que se quiere que se cumpla.  Si tenemos en consideración esta augusta capacidad podemos entonces comenzar a trillar el camino para el cambio en nuestras vidas.

     c)     Pasamos por lo que somos.

       Emerson nos regaló con esta joya de la sabiduría que hace referencias  a nuestras “Obras”. En verdad, todas las cosas que nos pasan responden a un esquema predeterminado que se corresponde a nuestro ser más íntimo. Si somos víctimas entonces la vida se las arreglará para hacer que pasemos por situaciones en las que salgamos lastimados y entonces afirmaremos que en realidad somos víctimas. Es una serpiente que se muerde la cola. Lo que hacemos, es decir nuestra obras determinan lo que somos y esto  último determinan las cosas que nos pasan.
      Entender esta sentencia nos abre la inmensa posibilidad de poder cambiar nuestra vida.

Corolario.

En realidad, los tres elementos que hemos descrito se relacionan con las enseñanzas religiosas y místicas de hacer corresponder pensamiento, palabra y obra.
      Si podemos armonizar estos tres elementos para nuestro beneficio entonces estaremos dando gigantescos pasos para que ocurra la magia en nuestras vidas y el cambio deseado por fin ocurra.

Lic. Roger Garcés
PSICÓLOGO CLÍNICO
CENTRO DE MEDICINA HIPERBÁRICA Y REHABILITACIÓN
Previa cita por el (0212) 451 83 75





domingo, 11 de agosto de 2013

El Sí mismo se imagina a Sí mismo

El sí mismo se imagina a sí mismo.

Es una sentencia de los Vedantas, que es una doctrina filosófica de por lo menos 2.500 años que enuncia una de las joyas de sabiduría más certeras y descriptivas de la naturaleza del ser; El Sí mismo se imagina a Sí mismo. Esa parte tan íntima de uno mismo que refiere donde se es verdaderamente uno. Donde no hay comparación posible con el otro y donde se preparan los sueños es el Sí mismo o el Self como como la llamaba Jung. El Self es esa parte de uno que piensa en cómo deberíamos ser, o qué debemos desarrollar o qué deberíamos aprender. En todo caso,  es esa parte muy, muy íntima de uno mismo donde se es uno mismo.
      Entonces, cuando el Sí mismo se imagina a Sí mismo, quiere decir que nosotros continuamente nos estamos soñando, imaginando, inventando y reinventando. Ese auto-concepto que tenemos de nosotros que solamente compartimos con el terapeuta o con un amigo muy cercano, es lo que construye nuestra realidad para que legitimemos precisamente ese concepto que tenemos de nosotros mismos. Es decir, si yo pienso de mí mismo que soy una víctima, mi inconsciente me hará elegir situaciones en donde salga perjudicado y se cumpla la sentencia de que efectivamente soy una víctima. Y esto ocurre porque tenemos el PODER de soñarnos, tenemos el poder de imaginarnos y esto hace que nos comportemos según la imagen que tenemos de nosotros mismos.



      Si es verdad que el Sí mismo se imagina a Sí mismo, entonces tenemos a nuestra disposición una herramienta valiosísima para cambiar nuestra vida. Debemos comenzar por cambiar la manera cómo nos vemos y en su lugar poner una mejor imagen de nosotros. Para saber cómo nos vemos simplemente debemos ver nuestra realidad y ver qué es lo que estamos viviendo. Debemos observar qué papel estamos tomando en nuestras situaciones y asignarnos un nuevo papel de acuerdo a la nueva imagen que tengo de nosotros mismos.  Es decir si yo imagino que soy débil entonces debo imaginarme a mí mismo como alguien a quien esa debilidad no le afecta. No debemos imaginar el polo contrario sino la superación del problema.  Lo que debemos saber es que nosotros nos comportamos como nos soñamos, por tanto debemos aprender a soñarnos distinto.

Lic. Roger Garcés
PSICÓLOGO CLÍNICO
Centro de Medicina Hiperbárica y Rehabilitación.
Telf.  0212 451 83 75

Caracas

viernes, 19 de julio de 2013

Tu eres lo que tu deseo más profundo es

Tú eres lo que tu deseo más profundo es.

     Es una sentencia que además de exactamente cierta es una joya de la sabiduría de los vedas. En los Vedantas, libros sagrados escritos hace por lo menos 5.000 años se lee: “Tú eres lo que tu deseo más profundo es; como es tu deseo es tu intención, como es tu intención es tu voluntad, como es tu voluntad son tus actos, y como son tus actos es tu destino”.
     De esta manera se demuestra con una lógica perfecta e implacable que somos lo que deseamos. Así, cuando las cosas nos van bien es porque previamente nos hemos permitido desear ese destino. De igual manera cuando las cosas nos van mal, también hemos deseado, de alguna manera, eso que nos está pasando.



     Cuando la vida nos lleva dando bandazos, cuando no se concreta nada, cuando los días son grises, es porque, probablemente no hemos deseado nada para nosotros. Esto ocurre con una frecuencia inusitada; simplemente vamos por la vida sin permitirnos desear. Vamos caminando nuestro destino sin soñar, sin imaginar cómo puede ser. Por eso las consecuencias son insospechadas; puede pasar cualquier cosa si no deseamos.
      La enseñanza que nos dan los antiguos Vedas es que para empezar a dirigir nuestra vida debemos comenzar por desear. El deseo es una herramienta poderosísima para cambiar la vida. Claro que hacen falta otras herramientas para cambiar la vida del todo! Pero se empieza con hacer una pintura de cómo quieres que sea tu vida a través del deseo. Por eso, vamos a permitirnos desear! Vamos a permitirnos imaginar la vida de la manera como queramos que sea! Permitamos que la vida y sus maravillas ocurran en virtud del deseo que formulamos.



     Ya sabemos que el deseo funciona, ya conocemos su mecanismo, ya podemos imaginar sus consecuencias. A todo esto surge una gran pregunta: “¿Qué quieres tu para tu vida?”  
Lic. Roger Garcés
Centro de Medicina Hiperbárica y Rehabilitación

Las Fuentes. El paraíso Telf. 0212 451 83 75

sábado, 22 de junio de 2013

viernes, 7 de junio de 2013

Anatomía del odio. Parte 3

ANATOMÍA DEL ODIO
PARTE III

SIN IRA NO HAY ENEMIGO.

Formas erróneas de trabajar la ira.
     La rabia, la ira, el odio, la molestia, la irritabilidad son todos ropajes de una misma energía y se han tratado de manejar por distintas vías. En los años 70 surgió una corriente psicológica que animaba a las personas a que “drenaran” su rabia golpeando cojines o gritando.  Esto no fue una técnica definitiva en el control de la ira solamente se “saciaban” las ganas de agredir pero en cuanto se eliminaba esa “saciedad”, volvía la ira. Por ello descargar la rabia no es una manera efectiva de manejarla.



Pero si descargar la rabia no es efectivo para manejarla tampoco lo es tragársela. Reprimir la ira solo nos causa sufrimiento que puede traducirse en enfermedades y/o accidentes. Hay gente que toma una tercera opción: ignorar la rabia. Esto tampoco ha probado ser efectivo porque la mente nos pone celadas en las que caemos muy fácilmente y de repente nos vemos envueltos en una situación de rabia que aparece casi que de la nada. Es porque esa rabia que pretendimos ignorar nos toma por asalto y hace de las suyas en una especie de “Golpe de Estado” por parte de esa rabia que había sido ignorada y que estaba escondida.  
     Así que tenemos tres formas inadecuadas de manejar la rabia:
Reprimirla
Descargarla
Ignorarla.
      Como hemos insistido en el programa de radio y a lo largo de estos escritos, la forma de manejar la rabia comienza por OBSERVAR la rabia, tal y como es; observar es qué situaciones aparece; observar cómo es esa rabia; observar cuáles son los síntomas fisiológicos de la rabia; observar cuáles son las consecuencias familiares y/o sociales de la rabia. Etc. Cuando la podemos ver en detalle podemos desprendernos de ella porque podemos trascender la adicción que produce la rabia. Porque la rabia es eso: una adicción. Saboreamos la rabia a cada momento, cuando comemos, cuando nos bañamos, cuando vemos televisión, etc. etc. Cuando la vemos en detalle en nosotros nos damos cuenta que la rabia no es ese monstruo que se apodera de nosotros sino que es una construcción que nosotros mismos hemos hecho de una interpretación  equivocada de la realidad



      Cuando queremos que la realidad se comporte como nosotros queremos que sea según nuestros esquemas mentales. Cuando no aceptamos la realidad sino queremos que cambie porque no nos gusta la realidad entonces nos da rabia y generamos un pensamiento que repetimos como un mantra: “Esto no debe ser”,  y como la realidad es distinta a lo que creemos  que “no debe ser” interpretamos que hay una especie de “conspiración” contra nosotros y decimos: “A mí todo me sale mal”, “Se meten conmigo porque soy débil” y así vamos construyendo un libreto en la película de nuestra vida en el que nos asignamos el peor papel posible. Así vamos por la vida “actuando” nuestro libreto y, por supuesto, lleno de rabia.



      Por lo anteriormente descrito para manejar adecuadamente la rabia debemos, en primer lugar, observarla, para poder identificar qué clase de adicción es la que hemos generado con respecto a esa rabia. En segundo lugar debemos poder deshacernos de esa adicción al entender que la realidad no tiene por qué comportarse cómo nosotros queremos, y  entonces podemos ver el papel que hemos venido jugando en ese libreto perverso que hemos venido escribiendo para nuestra vida. De esto surge una importante recomendación: Identifique cuál es el libreto que ha construido para su vida.

Lic Roger Garces
Psicólogo ClínicoCentro de medicina Hiperbárica y rehabilitación.
Previa cita Telf 0212 451 83 75

sábado, 1 de junio de 2013

SIN IRA NO HAY ENEMIGO.
ANATOMÍA DEL ODIO  II.

      Insistimos en la importancia de la auto-observación como una de las herramientas más poderosas para manejar la rabia. Necesitamos observarnos continuamente, una y otra vez. A cada segundo, a cada minuto.  A veces creemos que odio solamente es cuando se asesina a millones de personas y olvidamos que esas expresiones hirientes que lanzamos a los demás también refieren la misma energía del odio.  Por ello es determinante la auto-observación porque a través de ella podemos empezar a darnos cuenta de cómo el odio nos rodea como una atmósfera oscura. Cuando subimos al Ávila y miramos Caracas desde el Humboldt nos damos cuenta que una capa de smog cubre la ciudad. Sin embargo, cuando estamos en la Caracas no notamos ese smog. Así pasa con el odio, la mayoría de las veces no notamos que lo tenemos encima. El odio que sentimos se convierte en un huésped que se va adueñando poco a poco de todo y pasa a ser parte del paisaje hasta el punto de no notar que existe. Podemos notar el odio de los demás pero no notamos el que tenemos nosotros.



     Por lo anterior no dejaremos de insistir en la auto-observación; es la principal fuente de conocimiento para conjurar el odio. Podemos elegir para ello la ayuda de un terapeuta experimentado (psicoterapia) o podemos hacer meditación. Con la meditación aprendemos a observarnos. Cuando fijamos la atención en la respiración aprendemos a mirar sin que la mente nos diga qué es lo que tenemos que mirar. Aprendemos a ver la realidad tal como es, sin ponerle ni quitarle.  Podemos programar un reloj (o un celular) para que suene cada cierto tiempo, de ésta manera cuando la alarma se active preguntarnos: “¿Qué estoy sintiendo? La idea es identificar la emoción que se tiene en ese momento. No nos preocupamos tanto por la situación que causó la emoción sino más bien la emoción en sí misma. Observamos sin juzgar si es bueno o es malo, observamos sin involucrarnos. Luego de varios días comenzaremos a ver un patrón en nuestras emociones. Ese es el patrón a modificar!


      Las emociones tienden a auto-legitimarse. Esto es, si tenemos odio entonces inconscientemente buscaremos participar en situaciones que nos causen odio y de esta manera el odio se eterniza. Esto es lo que se conoce como “Principio de Sincronicidad”. Jung introdujo este concepto en 1952 y queda descrito como relaciones acausales, cosas que ocurren concurrentemente. Pareciera describirse mejor ese concepto con la idea que reporta la “Ley de Atracción” recientemente publicitada. Así, si tenemos odio, entonces tenemos la tendencia a atraer situaciones que nos dan rabia, y mientras más rabia tengamos, más atraemos estas situaciones. Es una espiral sin fin, un círculo vicioso que necesitamos romper.




    La manera de cortar este círculo de odio comienza por observarnos. Esto nos preparará para ver dónde ponemos la tijera.      

Lic Roger Garcés
PSICÓLOGO CLÍNICO.
0416 8276258

martes, 21 de mayo de 2013


SIN IRA NO HAY ENEMIGO
Anatomía del odio. Parte I
     Odio, ira, rabia, molestia, enojo, furia, irritación, cólera, resentimiento, rencor, inquina.  Son todos ropajes de una misma energía.





     A veces resulta que tenemos esa energía y no sabemos que la tenemos porque las palabras nos confunden. Por ejemplo, tenemos un malestar y  juramos que no es odio, porque creemos que odio solamente es cuando un genocida alemán de bigotes recortados ordena la aniquilación de millones de judíos en campos de concentración.  Si nos fijamos más detenidamente, si vemos más de cerca, veremos que se trata también de odio.


      En una descripción muy superficial diremos que lo primero que ocurre es la falta. Algo falta, perdimos algo que era muy importante para nosotros. Ejemplos de falta son la pérdida de un ser querido, la ruptura con una pareja, el amor que no tuvimos de nuestros padres, la pérdida de un empleo, etc.
     La falta genera tristeza, que es la emoción verdadera. La tristeza es ese estado de melancolía en donde nos lamentamos de lo que nos hace falta, pero ese estado se ve rápidamente usurpado por la rabia, que es la emoción que enmascara la emoción verdadera. Por eso cuando alguien tiene rabia, absoluta y necesariamente tiene también escondido una tristeza producida por algo que le falta.
     Por eso decimos que la rabia no se cura pero la tristeza sí. La rabia no se cura porque es una emoción falsa que enmascara la verdadera emoción que es la tristeza. Una persona puede gritar, maldecir, agredir física y verbalmente a otra y eso no hace que la rabia disminuya o se elimine. Todos saben que las peleas vienen fundamentalmente por la misma razón. Si descargar la rabia en verdad la eliminara ya no existiría la rabia, y es lógico suponer que descargar la rabia no la va a eliminar porque la rabia es una emoción falsa. Las parejas saben que cuando se pelea se pueden sacar cosas que sucedieron hace veinte años y se dicen de manera tan vívida como si hubieran ocurrido ayer, porque la rabia no se cura pero la tristeza sí.



     Con la rabia podemos hacer dos cosas: la sacamos afuera y le amargamos la vida a los demás o la echamos hacia adentro, nos la tragamos y nos enfermamos.  Cualquiera de las dos alternativas es mala. El verdadero trabajo con la rabia implica identificar nuestra tristeza, implica vivir esa tristeza, implica sanar esa tristeza y luego identificar verdaderamente qué es lo que nos hace falta. Luego de ello establecer las estrategias para alcanzar aquello que queremos. Así se satisface la falta, así se cura la tristeza y así se elimina la rabia.

Lic. Roger Garcés
Psicólogo Clínico
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