sábado, 17 de febrero de 2018

¿Cómo son las Hadas?


¿Cómo son las Hadas?

     Durante una entrevista de radio en el programa EL MUNDO EN POSITIVO que conduce la Terapeuta holística Luris Pérez por Radio Sintonía 1420 AM, un oyente formuló una pregunta que ha estado  rondándome durante bastante tiempo: ¿Cómo son las Hadas? Luris formuló la interrogante al aire con esa voz magnética, bella y profunda como quien lo aborda a uno en la calle y le pregunta cómo se llega al cielo?  Alguien también preguntó si las Hadas existen y le sugerí que visitara el blog laterapiadelashadas.blogspot.com  en donde ya con anterioridad había escrito un artículo que titulé: ACERCA DE LAS EXISTENCIA DE LAS HADAS.



     Pero ante la pregunta ¿Cómo son las Hadas? Se plantea un interesante reto. La verdad nunca me había detenido a pensar en la forma de las Hadas. Sé que la representación que han hecho los pintores  de unas figuras femeninas con alas no debe ser la verdadera forma de las Hadas. Así como la representación de los ángeles que hicieron los pintores renacentistas no creo que sea la más acertada. Cuando Jehová o el dios del antiguo testamento, ese dios guerrero y vengativo, iba a destruir una ciudad, mandaba un ángel y de verdad, no me imagino un niñito regordete con  nalgas rosadas y alitas  destruyendo una ciudad. Creo que los ángeles deben ser una figura más intimidatoria o en todo caso más humana como en el caso de los ángeles que intentaron violar en  Sodoma (Génesis, 19). Como quiera sea el caso al parecer los seres sutiles pueden elegir la forma que quieran, cuando permiten que nosotros los veamos.




     Si las Hadas rigen los reinos de los cuatro elementos, lo lógico es que su presencia tenga la simbolización de esos elementos de acuerdo a su Caos, como llamaba Paracelso. Este alquimista decía que los seres elementales del aire tenían una forma parecida  la humana ya que  al ser el elemento más sutil (el aire) necesitaban de una densidad importante para ocupar ese Caos (o lugar donde viven). Así, las ondinas, o seres del agua, también tenían una apariencia parecida a la humana. Esto se debe a que su Caos, el agua, tiene una densidad mayor que el aire, pero aun así no es tan denso. Por eso se dice que pueden ser seres muy delgados y bellos. Pero con los seres de la tierra la cosa cambia, su caos es muy denso y por tanto la presencia de estos seres debe ser muy, muy etérea para que puedan atravesar la piedra sin problemas. Si los gnomos son tan etéreos sería difícil poder verlos, y con los seres del fuego, las salamandras, deben tener una densidad que lega casi al nivel atómico para que puedan vivir en el plasma que se produce en la llama.

     En todo caso, y como quiera que se trate de seres sutiles y de representaciones arquetipales, la forma de las Hadas siempre será una experiencia personal e íntima.  ¿Alguien puede decir cómo es la apariencia de Dios? Sin embargo, cada uno sabe de la presencia de Dios cuando está en contacto con él. ¿Alguien puede decir cómo es la forma de los ángeles? Sin embargo, cada quien sabe de la presencia de los ángeles cuando éstos actúan.




     Yo pienso que cada persona tiene una conexión especial con un elemento en particular. Siento también que, como en el caso del nombre mágico, esa conexión no debe ser dicha a otros. Yo siento que esa conexión debe vivirse intensa e íntimamente, y en cada conexión la persona va generando una forma con que identifica al ser sutil con que se ha conectado, pero a veces es difícil establecer una forma como tal, más bien es una idea de forma. Es algo como… ahí toma lugar la metáfora. Ahí toma lugar la imagen. Recordemos que la palabra metáfora tiene la misma raíz que teleférico y viene de Meta= más allá y Pherein=transportar. Es decir que con la imagen que asignamos o la metáfora que ponemos acerca de la forma de las Hadas llevamos esa conexión a un lugar más allá.  Llevamos esa conexión a  esa lugar donde verdaderamente somos nosotros, a ese lugar íntimo que es sagrado y donde ningún profano ha entrado, es decir, a nuestro templo interior. En ese lugar somos verdaderos iniciados, aprendices y maestros; adepto y sumo sacerdote y es un lugar tan frágil y tan hermoso que muchas veces ni siquiera nosotros mismos visitamos. En ese lugar a veces, ni siquiera hacen falta formas sino que nos contentamos con su presencia. Sabemos que están, sabemos que existen y no nos molestamos en asignar ropajes. En ese lugar la imagen lo es todo, la imagen nos transporta más allá. Un ejemplo puede ser: ¿Cómo son las Hadas? Y uno construye una imagen: Como gotas de rocío. Y esa sensación de frescura, de belleza, de sutilidad, de algo tan frágil y bello que puede romperse con tan solo tocarlo, ocupa todo nuestro ser. Esa sensación somos nosotros. Nos quedamos en la sensación. En ese momento nuestra mente reposa en la sensación…    …y nos quedamos como en ensoñación…     …con esa conexión íntima…     …en ese pedacito de cielo que hemos bajado a la tierra…     …nos quedamos un momento más allá.

     Llegado a este punto uno se da cuenta de lo difícil que es contestar la pregunta ¿Cómo son las Hadas?, por eso cuando me la formulan sonrío y ladino les digo: como Campanita no son…

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