domingo, 19 de octubre de 2014

LAS GORDITAS TAMBIEN SON BELLAS. II ¿Cuándo se es gordo?




LAS GORDITAS TAMBIÉN SON BELLAS.
II. ¿Cuándo se es gordo?
Lic. Roger Garcés

     Con alguna frecuencia he asistido en consulta a mujeres que dicen sentirse mal por ser gordas y a mí no me parece que lo sean. Basta que la persona se sienta gorda para que comience a sufrir aunque en realidad no lo sea. He visto en consulta a una mujer de 25 años con una figura escultural pero totalmente angustiada por creerse gorda. Su angustia llegaba a tales extremos que se producía el vómito después de comer para no engordar. Sin embargo, esta joven mantenía una figura delgada pero era su mente la que le indicaba que estaba gorda y esto, sencillamente no podía soportarlo. También he visto mujeres con evidente sobrepeso que no se consideran gordas. De lo anterior sobreviene la pregunta: ¿Cuándo se es gordo?






     A mi manera de ver con la condición de gordura pasa lo mismo que con la condición de vejez. ¿Cuándo se es viejo? He visto personas de 50 años físicamente acabadas, deterioradas y con un pensamiento cargado de depresión y quejas. Así mismo he visto personas de 65 años subiendo al Ávila trotando o tomando Whisky como kosacos y totalmente enamoradas de la vida, son  físicamente atractivas y con una energía vital hermosa. He escuchado a personas de menos de 50 decirse viejos y también he escuchado a personas de más de 60 decirse maduros. La definición de “Viejo” sigue siendo subjetiva y a mi manera de ver, lo mismo pasa con la definición de “Gordo”.
      Los nutricionistas utilizan una fórmula para determinar el IMC o Índice de Masa Corporal que es IMC = Peso en Kgs/Talla al cuadrado en metros, o lo que es igual; IMC = P/T2 , de manera tal que si una persona pesa 70 Kgs y mide 1,50 mts, tendremos 70/1,50 X 1,50  ó  70/2,25 = 31,1, así 31,1 será su IMC.
Se asume que un IMC de
20 a 25 es considerado normal,
de 25,1 hasta 30 se considera sobrepeso,
de 30,1 hasta 35 se considera obesidad
y mayor de 35 se considera obesidad mórbida
     Aunque esta fórmula no aplica a los físico culturistas y no es aplicable para medir obesidad a algunas personas de huesos gruesos y fuertes, es bastante aplicada en la actualidad. El inconveniente de esta fórmula es que no convence a quienes se sienten gordos.
     Resulta obvio que ni el IMC ni mil razones fácticas o incluso de verse a sí misma en un espejo no convencían a la chica de 25 años de la que hablábamos al principio de que era delgada.






    De lo anterior se desprenden dos elementos para saber si uno es gordo o no:
1)      El IMC
2)      El auto-concepto.
      Para todas las personas, sean gordas o no, deben tener cuidado acerca de algunas variable biomédicas, tales como la Tensión arterial, los niveles de Glicemia y Triglicéridos las cuales pueden ser un factor de riesgo es obesidad declarada y evidente. Pero más allá de lo puramente técnico, queda suspendida en el aire nuevamente la pregunta:
¿Cuándo se es gordo?
      En primer lugar ese término no existe en la denominación biomédica. El término “Gordo” está teñido de descalificación. De tal manera que cuando una persona se asume “Gorda” conjuntamente con la palabra también se asume con una carga emocional que la descalifica. Así que responder a la pregunta: ¿Cuándo se es gordo? Implica también responder a la pregunta. ¿Cuándo comienzo a descalificarme? Implica también preguntarse: ¿Cuándo comienzo a sentirme feo o no atractivo? ¿Cuándo empiezo a no gustarme?
     Algunas personas entran y salen de la condición subjetiva de gordura subiendo a bajando algunos kilos pero que en definitiva no cambia sustancialmente su figura. La persona puede decir “estoy gorda” y entonces la gordura para a ser una condición transitoria en la que se utiliza el verbo “Estar” en vez del verbo “Ser”. Lo anterior lo que verifica es la auto-percepción como definitoria en la definición de gordura.
     Si lo verdaderamente definitorio para sentirse “gordo” es el contenido negativo que en lo emocional aplicamos, entonces cuando empezamos a amarnos y a aceptarnos dejamos de ser “Gordos”. Podemos tener sobrepeso y cuidar nuestras variables biomédicas y al mismo tiempo amarnos y estar en armonía con nosotros mismos. En ese momento dejaremos de ser “Gordos” para ser una persona que pertenece a la “Diversidad” y no que responde, ni tiene por qué responder al patrón de belleza “Barbie” de la sociedad de consumo. Una persona así se conoce y se ama. Podemos ser distintos a Barbie, pero nunca peor. Simplemente somos diferentes y la diversidad es lo que realmente define la naturaleza humana. Tener algunos kilos más que Barbie no nos hace peor persona, simplemente nos hace seres humanos.




      Una persona puede con toda licitud saber que tiene sobrepeso pero cuando se asume “Gordo” conjuntamente se adosa una descalificación.  Es como ponerse en la frente una moneda y mostrar el sello, sabemos que por la otra parte la moneda tiene la cara. Así cuando nos decimos “Gordo” al mismo tiempo nos descalificamos y es que hay que incorporar el análisis lingüístico para entender este fenómeno; Sobre la palabra “Gordo” hemos adicionado una carga inconmensurable de desprecio y bochorno.
     De lo anterior se desprende que si las personas con sobrepeso invirtieran más energía en amarse a sí mismas que en descalificarse podrían vivir una vida más armónica y plena. Amarse a sí mismo es ser más amigo de uno mismo, es como tener un amigo (que es uno mismo) que le dice al oído y con una sonrisa: “No te preocupes”. Es como sentir una mano amiga (que es la de uno mismo) que cariñosamente acaricia las mejillas y le dice: “Yo te quiero como seas”.



      Amarse a uno mismo es dar cumplimiento al primer mandamiento. Así será de importante que es el PRIMER MANDAMIENTO: “Amar a Dios sobre todas la cosas y a tu prójimo COMO A TI MISMO”. Amarse uno mismo es comprenderse y no exigirse, es tratarse con suavidad. Es no ser cruel con uno mismo ni castigarse.
     La enseñanza de este mandamiento resulta particularmente aleccionadora si uno se da cuenta de que “Como es adentro es afuera” y de que vivimos, como decían los mayas en “El gran salón de los espejos”; es decir recomiendo altamente que para mejorar el auto-concepto se comience por ver las cualidades positivas en los demás. Así cada vez que vea a una persona concéntrese en ver alguna cualidad en esa persona. Vea siempre algo positivo en esa persona y más temprano que tarde las comenzará a ver en usted mismo.
     Si las personas con sobrepeso se amaran más a sí mismas dejarían de ser “Gordas”.
     En la próxima entrega hablaremos de la dinámica psicológica de las “gorditas” en cuanto a sus relaciones de pareja.
     Todo lo anterior me califica para afirmar otra vez: LAS GORDITAS TAMBIEN SON BELLAS.


Lic. Roger Garcés
Psicólogo
F.V.P. 2064
Centro de Medicina Hiperbárica
04168276258


domingo, 12 de octubre de 2014

LAS GORDITAS TAMBIEN SON BELLAS.




LA GORDITAS TAMBIÉN SON BELLAS. I
Por Roger Garcés

      Con este artículo damos inicio a una serie de escritos que representan las reflexiones que quiero ofrecer principalmente a las mujeres sobre el tema de la gordura. Botero nos acompaña en la ilustración del tema con su “Mujer sentada”.



     Digo principalmente a las mujeres porque es sobre la mujer gorda que recae la carga más perversa de descalificación por parte de la sociedad.

      Es conocida la inmensa y brutal carga negativa que tiene e imprime nuestra sociedad contra todo lo que no es su estereotipo de belleza. La imagen de belleza de nuestros tiempos es la mujer alta, delgada que conocimos como la mujer 90, 60, 90. Esto representa el verdadero “pensamiento único”. Es decir, se impone a todo el mundo, desconociendo las diferencias individuales, y detrás de ese estereotipo hay una industria gigantesca que genera miles de millones de dólares a costa de destrozar la autoestima de las mujeres. Esto es, para que la gran masa compre sus productos de adelgazamiento hay que hacerle creer que si no eres flaca eres fea. Esto es una vil manipulación de los publicistas que se ha realizado durante décadas.  He tenido pacientes obesas que se niegan a verse desnudas en el espejo diciendo de sí mismas: “No. Yo no quiero ver a ese monstruo”. Imaginen la inconmensurable y amarga carga de auto-descalificación que tienen algunas mujeres de sí mismas por culpa de un patrón ficticio de belleza que ha impuesto la industria del adelgazamiento. Así que todo lo que no entre en el patrón de belleza que han construido las corporaciones es sencillamente descalificado y humillado. Por otro lado vemos que este patrón de belleza es sencillamente imposible de alcanzar, por eso pienso que la gran mayoría de las mujeres, en mayor o menor grado, están descontentas con su cuerpo. Repito, alguien muy perverso hizo que las mujeres estuvieran descontentas con su cuerpo para vender sus productos de adelgazamiento.

     En este primer escrito hay algunas reflexiones que quiero dejar en claro y que pueden ayudar a las mujeres en cuestión:

1)      Partimos de la premisa de que si hay una verdad innegable, es que lo que define a la raza humana es la DIVERSIDAD. Unos son blancos, otros negros, otros amarillos; unos altos, otros bajos; unos jóvenes, otros viejos; y unos delgados y otros gorditos. Así, la gordura NO ES una enfermedad ni una degeneración sino una forma de presentarse algunos individuos de la especie humana. Si bien puede haber algunos peligros con la gordura, este peligro está presente para TODOS los casos, sea gordo o no. Cosas tales como los niveles de azúcar, triglicéridos y colesterol son motivo de atención para TODAS LAS PERSONAS.  De este punto nos encargaremos en su debido momento, ahora nos interesa más bien hacer ver que la gordura de por si no es algo execrable sino una forma de presentarse la diversidad de la especie humana. Repito, lo que define a la humanidad es la DIVERSIDAD, por tanto NO EXISTE UN ESQUEMA ÚNICO DE BELLEZA. Debemos repetir hasta la saciedad que el ser humano se presenta de varias formas y ser gordo es UNA de esas múltiples posibilidades con que puede aparecer el ser humano. No es ni la peor ni la mejor posibilidad, es simplemente una variante. Así como no puede asumirse que alguien alto es un mejor ser humano, tampoco puede asumirse que ser gordo es ser peor ser humano. Sin embargo, esto es lo que la industria y la publicidad nos han hecho creer.

2)      Existe un fenómeno muy interesante y se trata de la atracción que generan las gordas a la audiencia masculina. ¡Pues sí! Aunque parezca paradójico, las gordas generan una atracción inmensa sobre los hombres. En este punto de la lectura alguna gordita podrá decir:
“¡Pero si justamente lo que me critican es que soy gorda! ¿Cómo van a decir que soy atractiva a los hombres?”
                Y ahí comienzan a revelarse algunos secretos;
Resulta que una de las páginas pornográficas más visitadas por los hombres son las páginas de fotos eróticas y/o pornográficas de mujeres gordas y gorditas (http://www.elmundo.es/su-ordenador/SORnumeros/97/SOR065/SOR065sexo.html) de lo que sobreviene la pregunta:
¿Por qué hay hombres que descalifican a la mujer porque es gorda y luego secretamente la ve desnuda en su computadora?
La respuesta resulta obvia habida cuenta de la impronta sociocultural que tiene que aprender el hombre para poder desenvolverse en la sociedad. El hombre tiene que aprender a decir en voz alta y a los demás que reniega de las gordas aunque secretamente y en solitario las admire.  

3)      Existe una atracción ancestral y arquetipal por la mujer gorda, prueba de ello es la veneración que le profesaba el hombre de las cavernas hace 20.000 años. La Venus de Willendorf es prueba de ello. Si no fuese así, ¿Por qué nuestros ancestros hicieron tantas figuras representando a la mujer gorda? Muchas otras figuras de barro se han encontrado representando a la mujer gorda; la Venus de Savignon, la Venus de Lepusgue son algunos ejemplos de ello.  Es innegable que la mujer gorda representó algo muy importante para el hombre como para que se la venerara por medio de estatuillas, y este algo, todavía está presente en alguna parte de la psique del hombre en forma de imagen arquetipal.  A continuación dejamos una imagen de la Venus de Willendorf




Algunas razones por las que pudo el hombre admirar a las gordas:
·         En la antigüedad, sexo era asociado a reproducción. La mujer obesa tenía mayor probabilidad de sobrevivir que la mujer flaca, por tanto sexo se buscaba con obesidad que es igual a salud reproductiva. De donde obesidad conecta con salud y protección. 
·         Las mujeres gordas eran importantes en la sociedad paleolítica porque eran el centro de la tribu, ya que podían amamantar, cuidar a los niños y hacer crecer la tribu. Por tanto la obesidad también es determinante como imagen de la mujer que cuida y hace crecer.
·         La imagen de la mujer nutricia es la imagen de la mujer gorda

     De lo anterior se desprende que la mujer gorda era muy importante para los hombres porque representaban nutrición, hacían crecer la sociedad y eran fértiles.  Todo lo anterior estaba ligado al SEXO.
       Se puede explicar ahora por qué los hombres critican a las mujeres gordas por la presión sociocultural que ejerce la industria cosmética sobre la cultura, pero secretamente la admiran ya que la mujer gorda representa una imagen arquetipal de atracción sexual.
     La siguiente imagen fue sacada de una página de sexo y representa uno de los imagos sexuales referidos a las gorditas y que son vistas diariamente por miles de hombres en todo el mundo.  Si usted es una gordita que está leyendo este artículo en este momento, sepa que también en este momento hay miles de hombres que están admirando un cuerpo como el suyo. Es decir, si usted es una gordita, entérese de que SU CUERPO TIENE UN ATRACTIVO ERÓTICO.





Ahora bien, alguno de ustedes me puede decir ¿En qué se diferencian estas dos imágenes?
                         


   




   




          





  













      Vemos como una figura venerada que tiene 20.000 años ha tomado su lugar en el inconsciente masculino en forma de arquetipo erótico por eso resulta atractiva la imagen de la mujer de la fotografía. Por eso las páginas de gordas son unas de las más visitadas en la Web, por eso las gordas ejercen una atracción en la audiencia masculina, solo que esta atracción entra en contradicción con la industria del adelgazamiento que factura millones de dólares, y que para eso tiene que destrozar la autoestima femenina y hacer creer a los hombres que la atracción que sienten por las gordas no es real.

      Vemos además que al margen de lo arquetipal, de la sociedad de consumo y de la cultura hay una belleza natural en las gorditas, como en cualquiera de las variantes con que se presente el ser humano. Concretamente en las gorditas, y es el objetivo de este escrito, hay una belleza que de continuo descalificamos porque nos asimilamos al juego de la cultura y de la industria, pero esa belleza sigue allí, aunque muchos de nosotros nos empeñemos en no verla. Esa belleza particular está allí y es encantadora, por lo que me permito afirmar lo que da título a este escrito: LAS GORDITAS TAMBIÉN SON BELLAS.



Lic. Roger Garcés
Psicólogo Clínico
F.P.V. 2064
Centro de Medicina Hiperbárica
0416 827 62 58
enelrespiramos@gmail.com