domingo, 14 de abril de 2019

LA MAGIA DE LA LUNA 1



PRECIOSA Y LA LUNA 1

Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene
por un anfibio sendero
de cristales y laureles.
El silencio sin estrellas,
huyendo del sonsonete,
cae donde el mar bate y canta
su noche llena de peces.
En los picos de la sierra
los carabineros duermen
guardando las blancas torres
donde viven los ingleses.
Y los gitanos del agua
levantan por distraerse,
glorietas de caracolas
y ramas de pino verde.
          *
Su luna de pergamino
Preciosa tocando viene.
Al verla se ha levantado
el viento que nunca duerme.
San Cristobalón desnudo,
lleno de lenguas celestes,
mira la niña tocando
una dulce gaita ausente.

Niña, deja que levante
tu vestido para verte.
Abre en mis dedos antiguos
la rosa azul de tu vientre.
          *
Preciosa tira el pandero
y corre sin detenerse.
El viento-hombrón la persigue
con una espada caliente.
Frunce su rumor el mar.
Los olivos palidecen.
Cantan las flautas de umbría
y el liso gong de la nieve.

¡Preciosa, corre, Preciosa,
que te coge el viento verde!
¡Preciosa, corre, Preciosa!
¡Míralo por dónde viene!
Sátiro de estrellas bajas
con sus lenguas relucientes.
          *
Preciosa, llena de miedo,
entra en la casa que tiene,
más arriba de los pinos,
el cónsul de los ingleses.

Asustados por los gritos
tres carabineros vienen,
sus negras capas ceñidas
y los gorros en las sienes.

El inglés da a la gitana
un vaso de tibia leche,
y una copa de ginebra
que Preciosa no se bebe.

Y mientras cuenta, llorando,
su aventura a aquella gente,
en las tejas de pizarra
el viento, furioso, muerde.

Este delicioso poema de García Lorca que se titula “Preciosa y el aire” no sé por qué me da el pie para hablar de lo que quiero en esta nueva serie. Quiero hablarles de la luna, de esa pandereta gitana que Preciosa viene tocando y que queda descrita en esa maravillosa metáfora al decirle “Luna de pergamino”, como solo un genio como García Lorca puede hacer.

Así es la luna, sugestiva, oculta, melodiosa, bella como la gitana llamada Preciosa, impredecible, sinuosa, húmeda, fría. Pues estamos hablando nada más y nada menos que del “Principio femenino” que ha sido categorizado como la luna durante eones y por todas las culturas del planeta. Jung llamaba “Ánima” al principio femenino y “Ánimus” al Principio masculino. Y desde siempre la luna se ha asociado a la feminidad.



¡Cuántas similitudes tiene la feminidad con la luna! Sus periodos son de 28 días; son maravillosas por la noche; a veces están y a veces no están, por tanto son impredecibles; tienen un “ciclo”, por lo tanto son cambiantes; se asocian con la magia; son insondables, uno nunca sabe qué están pensando; tienen el poder de generar los momentos más dulces, sutiles y sublimes, y al también pueden generar las noches más oscuras y terribles. Tanto la feminidad como la luna pueden producir los sentimientos más hermosos como el enamoramiento y también las pesadillas más horrendas como la locura, recuerden aquello de que “a los locos les pega la luna”.  Así pues feminidad, ánima, mujer, luna, mercurio (Recordad: ¡volátil como el mercurio! Pero no todo tipo de mercurio sino uno muy especial como veremos…), la columna de la belleza son todas referencias a ese polo de la fuerza que debemos conocer y cultivar para poder manejar LA fuerza. Y es así, la fuerza tiene dos polos, el masculino y el femenino. Hoy nos vamos a referir a la feminidad expresada a través de la luna. Estudiaremos sus mitos y leyendas y sus representaciones psicológicas y mágicas.
Es un viaje fascinante, a muchas de ustedes les va a gustar y van a reconocer cosas de ustedes que les va a ser muy útiles. A los hombres van a comprender un poquito más ese misterio tan maravilloso.

Los celtas y más recientemente la Wicca habían descrito un símbolo que describe a la luna y sus fases, a la mujer y a sus rostros (que son varios) y con esto me despido por hoy