PRECIOSA Y
LA LUNA 1
Su luna de
pergamino
Preciosa
tocando viene
por un
anfibio sendero
de cristales
y laureles.
El silencio
sin estrellas,
huyendo del
sonsonete,
cae donde el
mar bate y canta
su noche
llena de peces.
En los picos
de la sierra
los
carabineros duermen
guardando
las blancas torres
donde viven
los ingleses.
Y los
gitanos del agua
levantan por
distraerse,
glorietas de
caracolas
y ramas de
pino verde.
*
Su luna de
pergamino
Preciosa
tocando viene.
Al verla se
ha levantado
el viento
que nunca duerme.
San
Cristobalón desnudo,
lleno de
lenguas celestes,
mira la niña
tocando
una dulce
gaita ausente.
Niña, deja
que levante
tu vestido
para verte.
Abre en mis
dedos antiguos
la rosa azul
de tu vientre.
*
Preciosa
tira el pandero
y corre sin
detenerse.
El
viento-hombrón la persigue
con una
espada caliente.
Frunce su
rumor el mar.
Los olivos
palidecen.
Cantan las
flautas de umbría
y el liso
gong de la nieve.
¡Preciosa,
corre, Preciosa,
que te coge
el viento verde!
¡Preciosa,
corre, Preciosa!
¡Míralo por
dónde viene!
Sátiro de
estrellas bajas
con sus
lenguas relucientes.
*
Preciosa,
llena de miedo,
entra en la
casa que tiene,
más arriba
de los pinos,
el cónsul de
los ingleses.
Asustados por
los gritos
tres
carabineros vienen,
sus negras
capas ceñidas
y los gorros
en las sienes.
El inglés da
a la gitana
un vaso de
tibia leche,
y una copa
de ginebra
que Preciosa
no se bebe.
Y mientras
cuenta, llorando,
su aventura
a aquella gente,
en las tejas
de pizarra
el viento,
furioso, muerde.
Este
delicioso poema de García Lorca que se titula “Preciosa y el aire” no sé por
qué me da el pie para hablar de lo que quiero en esta nueva serie. Quiero
hablarles de la luna, de esa pandereta gitana que Preciosa viene tocando y que
queda descrita en esa maravillosa metáfora al decirle “Luna de pergamino”, como
solo un genio como García Lorca puede hacer.
Así es la
luna, sugestiva, oculta, melodiosa, bella como la gitana llamada Preciosa,
impredecible, sinuosa, húmeda, fría. Pues estamos hablando nada más y nada
menos que del “Principio femenino” que ha sido categorizado como la luna
durante eones y por todas las culturas del planeta. Jung llamaba “Ánima” al
principio femenino y “Ánimus” al Principio masculino. Y desde siempre la luna
se ha asociado a la feminidad.
¡Cuántas
similitudes tiene la feminidad con la luna! Sus periodos son de 28 días; son
maravillosas por la noche; a veces están y a veces no están, por tanto son
impredecibles; tienen un “ciclo”, por lo tanto son cambiantes; se asocian con
la magia; son insondables, uno nunca sabe qué están pensando; tienen el poder
de generar los momentos más dulces, sutiles y sublimes, y al también pueden
generar las noches más oscuras y terribles. Tanto la feminidad como la luna
pueden producir los sentimientos más hermosos como el enamoramiento y también
las pesadillas más horrendas como la locura, recuerden aquello de que “a los
locos les pega la luna”. Así pues feminidad,
ánima, mujer, luna, mercurio (Recordad: ¡volátil como el mercurio! Pero no todo
tipo de mercurio sino uno muy especial como veremos…), la columna de la belleza
son todas referencias a ese polo de la fuerza que debemos conocer y cultivar
para poder manejar LA fuerza. Y es así, la fuerza tiene dos polos, el masculino
y el femenino. Hoy nos vamos a referir a la feminidad expresada a través de la
luna. Estudiaremos sus mitos y leyendas y sus representaciones psicológicas y
mágicas.
Es un viaje
fascinante, a muchas de ustedes les va a gustar y van a reconocer cosas de
ustedes que les va a ser muy útiles. A los hombres van a comprender un poquito
más ese misterio tan maravilloso.
Los celtas y
más recientemente la Wicca habían descrito un símbolo que describe a la luna y
sus fases, a la mujer y a sus rostros (que son varios) y con esto me despido
por hoy