SIMPLICIDAD VOLUNTARIA
Por Roger Garcés
Psicólogo
La sociedad de consumo nos condiciona a vivir comprando y consumiendo
productos que no necesitamos. Desde que nos despertamos estamos sometidos a un
verdadero bombardeo de publicidad para que compremos más y más productos. Esto que
digo no es un secreto para nadie ya desde hace ya varias décadas ha habido varios
movimientos de protesta en contra de ello.
En la actualidad
existe un movimiento mundial que es conocido como “Simplicidad voluntaria”. A
nivel mundial hay mucha gente que se ha
dado cuenta de que el consumismo nos está consumiendo y se acercan a la idea de
que una vida más sencilla es una vida más plena. Dejo al lector la
responsabilidad de una búsqueda en internet para que pueda darse cuenta de la
inmensa cantidad de personas e instituciones que abogan por una vida de
simplicidad.
En nuestro país Venezuela
hemos visto cómo los recursos han ido mermando y día a día nos enfrentamos a un
stock más limitado de recursos. Esto nos obliga a revisar nuestros patrones de
consumo y al revisarlos, vamos a darnos cuenta que hemos venido estructurando
unos patrones de consumo exagerado. Esto no nos diferencia de la tendencia
mundial.
Por lo anterior, y
habida cuenta de la importancia del tema, dejo las siguientes reflexiones al lector.
¿CUÁNDO ES SUFICIENTE?
Primeramente podemos
preguntarnos: ¿En qué momento debo dejar de comer? ¿Cuándo sé que estoy
saciado? Estas señales nos la da el cuerpo, lo que pasa es que desde hace
bastante tiempo no escuchamos al cuerpo. Desde hace tiempo no sabemos qué es lo
que quiere decirnos nuestro cuerpo y por eso nos enfermamos, y aunque el cuerpo
nos demuestre un síntoma (como un dolor) sencillamente lo ignoramos y seguimos
adelante. Las consecuencias de ello son malas. Eso lo sabemos.
La satisfacción no
grita, por eso no sabemos que ya estamos satisfechos. La insatisfacción (la
mente insatisfecha) nos grita a cada momento: “NO ES SUFICIENTE”, “QUIERO MÁS”.
Venerable Damcho de la Comunidad Darmadatha decía: “Suficiente es un poquito
más de lo que tengo”.
La mente
insatisfecha se manifiesta cuando comenzamos una dieta o cuando comemos una
comida de hospital. Cuando vemos el plato y vemos ese poquito internamente
gritamos: “Me voy a morir de hambre”. En realidad no nos vamos a morir de
hambre, las porciones de la dieta están calculadas por un nutricionista que ha
calculado exactamente cuánto alimento necesita nuestro cuerpo. Pero… ahí se pone
de manifiesto un antiguo dicho popular: “Comemos con los ojos”
VIVIMOS EN ABUNDANCIA
Esta enseñanza también
corresponde a Venerable Damcho. Vivimos rodeados que cosas que nos hacen falta
y que aumentan nuestras cuentas. Si vemos nuestras casas, generalmente la vamos
a ver llenas de cosas, de adornos, de utensilios, etc. Nuestro closet por lo general está lleno de
ropa que en muchos casos no usamos y así vamos acumulando, objetos, discos,
libros, ropa, zapatos, etc, etc, etc. Realmente tenemos mucho más de lo que necesitamos.
Realmente nos llenamos de cosas y de cuentas.
MENOS ES MÁS
El eslogan del movimiento
por la simplicidad es “Más es menos” y por consiguiente, menos es más. Cuanto más
cosas tenemos, menos espacio tenemos para vivir. Porque si nos vemos agobiados
por las cuentas, más estrés y ansiedad vamos a tener. Cuanto más cosas tenemos
menos oportunidad tenemos de disfrutar cosas nuevas. Por tanto, cuanto más
cosas tenemos menos libertad tenemos por eso se dice que la simplicidad es una
afirmación de la vida
APRENDER A QUERER LO QUE TENEMOS
El poeta uruguayo
Mario Benedetti escribía: “Si conociéramos las cosas que tenemos con tanta
claridad como conocemos lo que nos falta”. Y es que nosotros tenemos la
tendencia a magnificar la ausencia y a minimizar la presencia. Así pasa cuando
alguien se nos va, simplemente no prestamos atención a los que tenemos alrededor,
sino que toda nuestra atención está centrada en la persona que se fue.
Por otra parte la
mente insatisfecha siempre nos dice que “algo falta”. Decimos con frecuencia: Esto
está maravilloso “pero”… La idea de que
algo falta siempre nos acosa.
Cuando aprendemos a
querer lo que tenemos nos liberamos de la locura de sufrir por lo que no
tenemos y nos damos cuenta que la verdadera felicidad esta signada por la
libertad. Así la vida no es un proceso de ir acumulando sino un proceso de ir
soltando.
OPERACIONES.
Para dar cumplimiento a lo anterior proponemos las siguientes
tareas u operaciones:
- Intercambiar ropa.
- Evaluar qué tenemos y que no necesitamos.
- Identificar 5 cosas que no necesitamos y regalarlas.
- Identificar realmente cuándo se está verdaderamente satisfecho.
- Identificar qué cosas son importantes y qué cosas no lo son.
- Eliminar la idea de que “falta algo”.
- Eliminar los “Apegos” y las estructuras rígidas de consumo.
- Reciclar.
A MANERA DE COROLARIO
Si aprendemos a
vivir en la simplicidad nos liberamos de la tiranía del consumo, de las cuentas
y comenzamos a vivir más libre y
plenamente.
Por lo general, consumimos
exageradamente con la finalidad de alimentar el EGO. El ego se
siente solo, entonces compramos millones de cosas para tratar de
acompañarlo. Si el ego se siente minusválido y entonces compramos un automóvil de
lujo para tratar de darle autoestima. Si el ego se siente desvalorizado
entonces compramos ropa a la última moda para tratar de realzarlo, y así
sucesivamente.
Tal vez, uno de
los abordajes más explicativos de este fenómeno sea el de los ocho intereses
mundanos. El budismo señala que existen ocho necesidades del ego que son los 8
intereses mundanos. Los mismos son explicados en 4 pares de apego y aversión:
- El apego a las posesiones materiales y la aversión a no recibirlas o verse separado de ellas.
- El apego a la lisonja, la aprobación y la fama, y la aversión a la censura o la desaprobación.
- El apego a una buena reputación y la aversión a una mala imagen.
- El apego a los placeres de los cinco sentidos, y la aversión a experiencias desagradables o al dolor.
Por cualquiera de estos intereses mundanos pagamos lo que sea.
Liberarnos de estos intereses mundanos es la tarea.
La simplicidad es una vía que nos puede llevar a liberarnos
de esos intereses mundanos.
Roger Garcés
Psicólogo
0416 827 62
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