EL TRIANGULO DE LA VIDA
Lic. Roger Garcés
Ya en
oportunidades anteriores hemos hablado de los elementos que conforman lo que yo
llamo “El Triángulo de la Vida”. Hemos tocado por separado cada uno de estos
elementos; hoy vamos a integrarlos y ver de qué manera afectan nuestra vida. Si
conocemos cómo afectan nuestra vida podemos trabajar sobre ellos y así, cambiar
nuestra vida.
Los tres lados
del triángulo de la vida son los siguientes:
a) El Sí mismo se imagina a Sí mismo.
En lo referido a
el “Pensamiento”, la frase es de los Vedantas, con por lo menos cinco mil años
de antigüedad es lapidaria. Esta frase se refiere a la manera cómo nos pensamos
en la profundidad de nuestra alma. El Sí mismo tiene la capacidad de soñarse,
de imaginarse a sí mismo, de manera tal que lo que tenemos en la vida ocurre
porque de alguna manera nos hemos imaginado en esa situación. Podemos darnos
cuenta del poder que tiene el imaginarnos de cierta manera cuando las cosas que
nos pasan en la vida legitiman lo que pensamos de nosotros mismos. Cuando las
cosas nos salen mal en la vida con frecuencia pensamos de nosotros que “vinimos
a este mundo a sufrir”, que “Todo nos sale mal”, y cosas por el estilo. Son este
tipo de pensamiento lo que describen el sello que nos hemos dado a nosotros mismos
y este sello legitimará aquello que nos pase.
El conocimiento
de esta verdad nos dará una herramienta maravillosa de cambio, por tanto
comenzar a soñarnos en una situación armónica para nosotros. Imaginar que
salimos victoriosos y con gozo de las cosas que nos suceden en la vida es una
buena manera de propiciar los anhelados cambios en nuestra vida.
b) Todo verbo crea lo que afirma.
Eliphás Levy,
este maravilloso ocultista francés del siglo XIX, nos legó esta frase que
refiere el poder de la “palabra”. En realidad
la palabra es una de las herramientas mágicas más efectivas y su poder esta
disimulado en el continuo parloteo que tenemos y pasamos por alto el inmenso
poder que se nos ha dado.
“En el principio
era el verbo”, es una críptica oración con la que inicia la Biblia. Lo que si
queda claro es que verbo, espíritu, logos, pensamiento están antes que la
materia. De manera que utilizando la palabra podemos crear realidades. Esto lo
hacemos a diario, pero lo hacemos sin darnos cuenta. Piense solamente en las
cosas por las que atraviesa y recuerde lo que dice. Recuerde sus expresiones
gramaticales, los giros del lenguaje que usa a diario y podrá ver el inmenso
parecido entre lo que dice y lo que vive.
Los rituales
mágicos incluyen la invocación o “pasar por la boca”, o decir aquello que se
quiere que se cumpla. Si tenemos en
consideración esta augusta capacidad podemos entonces comenzar a trillar el camino
para el cambio en nuestras vidas.
c) Pasamos por lo que somos.
Emerson nos
regaló con esta joya de la sabiduría que hace referencias a nuestras “Obras”. En verdad, todas las
cosas que nos pasan responden a un esquema predeterminado que se corresponde a
nuestro ser más íntimo. Si somos víctimas entonces la vida se las arreglará
para hacer que pasemos por situaciones en las que salgamos lastimados y
entonces afirmaremos que en realidad somos víctimas. Es una serpiente que se
muerde la cola. Lo que hacemos, es decir nuestra obras determinan lo que somos
y esto último determinan las cosas que nos
pasan.
Entender esta
sentencia nos abre la inmensa posibilidad de poder cambiar nuestra vida.
Corolario.
En realidad, los tres elementos que hemos descrito se relacionan
con las enseñanzas religiosas y místicas de hacer corresponder pensamiento, palabra
y obra.
Si podemos
armonizar estos tres elementos para nuestro beneficio entonces estaremos dando gigantescos
pasos para que ocurra la magia en nuestras vidas y el cambio deseado por fin
ocurra.
Lic. Roger Garcés
PSICÓLOGO CLÍNICO
CENTRO DE MEDICINA HIPERBÁRICA Y
REHABILITACIÓN
Previa cita por el (0212) 451 83 75