Tú eres lo que tu deseo
más profundo es.
Es una sentencia
que además de exactamente cierta es una joya de la sabiduría de los vedas. En
los Vedantas, libros sagrados escritos hace por lo menos 5.000 años se lee: “Tú
eres lo que tu deseo más profundo es; como es tu deseo es tu intención, como es
tu intención es tu voluntad, como es tu voluntad son tus actos, y como son tus
actos es tu destino”.
De esta manera se
demuestra con una lógica perfecta e implacable que somos lo que deseamos. Así,
cuando las cosas nos van bien es porque previamente nos hemos permitido desear
ese destino. De igual manera cuando las cosas nos van mal, también hemos
deseado, de alguna manera, eso que nos está pasando.
Cuando la vida nos
lleva dando bandazos, cuando no se concreta nada, cuando los días son grises,
es porque, probablemente no hemos deseado nada para nosotros. Esto ocurre con
una frecuencia inusitada; simplemente vamos por la vida sin permitirnos desear.
Vamos caminando nuestro destino sin soñar, sin imaginar cómo puede ser. Por eso
las consecuencias son insospechadas; puede pasar cualquier cosa si no deseamos.
La enseñanza que
nos dan los antiguos Vedas es que para empezar a dirigir nuestra vida debemos
comenzar por desear. El deseo es una herramienta poderosísima para cambiar la
vida. Claro que hacen falta otras herramientas para cambiar la vida del todo!
Pero se empieza con hacer una pintura de cómo quieres que sea tu vida a través
del deseo. Por eso, vamos a permitirnos desear! Vamos a permitirnos imaginar la
vida de la manera como queramos que sea! Permitamos que la vida y sus
maravillas ocurran en virtud del deseo que formulamos.
Ya sabemos que el
deseo funciona, ya conocemos su mecanismo, ya podemos imaginar sus
consecuencias. A todo esto surge una gran pregunta: “¿Qué quieres tu para tu vida?”
Lic. Roger Garcés
Centro de Medicina Hiperbárica y
Rehabilitación
Las Fuentes. El paraíso Telf. 0212
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